San Martín se llenó de dudas y autocrítica en una semana en la que River exigirá mucho más que explicaciones

Tras la caída en Salta, el plantel “santo” dejó frases de dolor y responsabilidad. Ahora, se viene un duelo que puede marcar un punto de quiebre para lo que se viene.

San Martín se llenó de dudas y autocrítica en una semana en la que River exigirá mucho más que explicaciones Javier Corbalán - Especial para La Gaceta

“Antes que nada, quiero pedirle disculpas a la gente por mi reacción. Me hago cargo de mis acciones dentro del campo”, dijo Gonzalo Rodríguez con impotencia, todavía con la transpiración secándole en la piel y los ojos vidriosos. Fue de los pocos de San Martín que frenó en la zona mixta del estadio David Michel Torino para hablar tras la dura derrota en Salta. Mientras los jugadores de Gimnasia y Tiro salían con sonrisas plenas, del otro lado caminaban los rostros desencajados de un equipo herido. Los dirigidos por Ariel Martos se retiraron cabizbajos, en fila india, con la incomodidad tatuada en cada gesto.

Con ese panorama, Rodríguez no esquivó el micrófono. Sabía que debía dar explicaciones después de su expulsión, que dejó al “Santo” con diez jugadores cuando más necesitaba revertir el marcador. “Entiendo que hicieron un gran esfuerzo para venir a acompañarnos y nosotros les pagamos así. No se lo merecen. Ya hablé con mis compañeros, me disculpé y me hago responsable”, explicó “Turbo”, dolido por la doble carga: el resultado negativo y su propio error.

Claro; la noche había sido frustrante para San Martín desde lo futbolístico. Al equipo no le salió nada de lo que había preparado. Falló en defensa, no logró imponer juego asociado, perdió el control del mediocampo y sufrió los golpes certeros del rival. “Hay que seguir laburando. Quedan nueve finales para nosotros. La tenemos que tomar como tal”, analizó el oriundo de Aguilares, sobre las posibles soluciones a este presente futbolístico.

A días de enfrentar a River por los 16avos de la Copa Argentina, la preocupación entre los hinchas es lógica. El equipo mostró su peor versión y quedó expuesto.

En ese sentido, Martos, aunque dolido, también intentó poner la cara. Fue autocrítico, pero cauteloso. “Sabíamos que en la previa iba a ser un partido durísimo. Ellos jugaron mucho a la segunda pelota desde el comienzo. Después, por una jugada desafortunada, quedamos en desventaja y en el segundo tiempo no tuvimos capacidad de reacción. Después nos quedamos con un jugador menos. Es justificado el resultado”, afirmó el DT, que remarcó que no fue una buena actuación y que deberá revisar a fondo lo que pasó. “Decirlo ahora en caliente… capaz me equivoco en el análisis. Siempre cuando uno mira el partido de nuevo ve muchas más cosas en profundidad, inclusive hasta más errores de los que uno advierte durante el juego”, agregó.

Uno de los momentos de mayor controversia en la noche salteña fue el gol anulado a Franco García, que podría haber cambiado la historia del partido. Martos, sin embargo, no quiso generar polémica, pero como contrapartida, dejó en claro que el equipo está en una posición de privilegio. “Estaba lejos, no vi con claridad la jugada. No puedo reclamar sin certeza de lo que pasó”, expresó el DT. “Son partidos. Tenemos que pensar de que estamos prendidos ahí arriba. A pesar de que todavía falta mucho, la realidad es que hicimos cosas buenas en el torneo”, aseguró.

El próximo partido podría significar una envión anímica y el técnico así lo entendió. “River será un rival muy importante. Vamos a ver como lo planteamos y tratar de estar a la altura”, dijo.

En medio de la decepción, también habló Gabriel Hachen, uno de los más  experimentados del plantel. Visiblemente molesto, el ex Platense dejó en claro que el equipo no esperaba este resultado. “Veníamos a buscar esos tres puntos que nos permitían seguir arriba. Fue un partido accidentado. Me parece que no merecimos la derrota. Fueron dos goles por errores más del campo de juego. La cabeza ahora tiene que estar en lo que viene”, expresó.

De las quejas por el estado del campo al desafío de reinventarse

Aunque fastidiado, el volante insistió en que el grupo no perdió el rumbo. “La mentalidad la tenemos. Sabemos lo que queremos. Queremos ganar, estar arriba, ascender. Eso no se negocia”, afirmó Hachen, que reconoció las dificultades del torneo y del contexto. “Hoy no hubo un campo de juego apto. Hasta ellos mismos me decían que era imposible jugar. No es excusa, pero influye. No es lo mismo jugar en La Ciudadela. Igual, nos hacemos cargo”, agregó.

Ahora, en el horizonte, aparece el equipo de Marcelo Gallardo. Al tanto de ese cruce contra el “Millonario”, Hachen tuvo una mirada particular. “Es un lindo partido para afrontar. Obviamente queremos ganarlo. Va a estar muy bueno, seguro se va a llenar de hinchas. Pero, personalmente pienso más en ascender que en River. Si bien es importante, nuestro objetivo es otro”, sentenció.

En medio de la bronca y el desconsuelo, la semana que se viene puede ser bisagra. El plantel deberá levantarse rápido, no solo por la tabla, sino porque enfrente estará una potencia del fútbol argentino. Y San Martín, aunque golpeado, todavía sueña con dar el batacazo.

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