Denuncian quema de pastizales en Manantial Sur: “Se respira distinto y las casas se llenan de cenizas”
En Manantial Sur, los vecinos denuncian que la quema de cañaverales y cultivos se repite cada año entre agosto y octubre, lo que afecta la calidad del aire y la salud de quienes viven en la zona. “Se respira distinto, la casa se llena de cenizas”, contó Nicolás, vecino del barrio, a LG Play. Aseguró que, aunque el paisaje es imponente, las quemas alteran la rutina. “A la mañana no se siente, pero a la tarde y durante la noche el humo es constante”.
La avenida William Bliss, última calle asfaltada antes de la zona de cañaverales, fue escenario ayer por la tarde de un nuevo foco. Y según Defensa Civil, el martes también se recibieron 10 denuncias por incendios en distintos puntos de la provincia: Trancas, Las Talitas, Leales, Concepción, Burruyacu y Bellavista.
Las superficies afectadas, agregaron, varían desde un solo árbol hasta 66 hectáreas, pasando por pastizales, rastrojo, maloja y cañaverales.
Las condiciones climáticas -baja humedad, pocas lluvias y vientos constantes- sumadas a la vegetación seca por las heladas de julio, favorecen la propagación del fuego.
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Aunque en algunos casos se atribuye la quema a la creencia de que la tierra se regenera más rápido, estudios de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres y del Conicet confirman que la práctica no aporta beneficios y, en cambio, provoca un fuerte impacto ambiental y en la salud.
El aire de Tucumán, especialmente en esta época, suele registrar altos niveles de contaminación dentro del NOA. Las autoridades aseguran que actúan rápidamente para sofocar los incendios y que incluso se han detenido a personas sospechadas de iniciarlos.
Sin embargo, para muchos vecinos, la práctica está tan naturalizada que la resignación convive con el reclamo. “Hace cuatro años que vivimos acá y todos los años es lo mismo”, resumió Mauricio, hermano de Nicolás. “Uno se acostumbra, pero eso no significa que no nos preocupe”.




















