¿Cuándo roncar es un índice de una afección más grave?
Habrá algún punto en nuestras vidas en el que todos emitamos algún tipo de ronquido. Cuando un resfriado o una alergia nos impida respirar bien o cuando disfrutemos de unas copas de más y nuestros músculos de la lengua, del paladar y la garganta se relajen, probablemente este sonido turbulento nos sorprenda. Pero hay momentos en que no se trata de una simple casualidad.
Por momentos y sin darnos cuenta, podemos estar forzando inconscientemente el aire a través de los tejidos blandos, y esas vibraciones se transforman en ronquidos. Pero por otro lado, la causa puede ser más inquietante. Esto lo advierte la doctora Rebecca Robbins, instructora en la división de medicina del sueño de la Facultad de Medicina de Harvard: “Los ronquidos pueden ser normales y no ser algo de qué preocuparse”.
Cuando los ronquidos pueden preocupar
Pero la especialista señala que los ronquidos pueden indicar un grave trastorno de sueño llamado apnea obstructiva. Aquí ya no se trata de simples sonidos que pueden causar incluso ternura. "Cuando los ronquidos son fuertes y estridentes, o se interrumpen con pausas en la respiración, ahí es donde empezamos a preocuparnos", dijo Robbins a CNN.
La apnea del sueño "obstructiva" es aquella que, a diferencia de la apnea central del sueño, donde el cerebro a veces no le indica al cuerpo que respire, las vías respiratorias están bloqueadas por tejidos blandos débiles, pesados o relajados.
“STOP BANG”: el método para saber si roncar pone en riesgo tu vida
Identificar si nuestros ronquidos son un índice de episodio casual o si advierte una afección más grave puede ser bastante sencillo utilizando el cuestionario "STOP BANG", un acrónimo en inglés para señalar cada uno de los puntos clave de la apnea obstructiva del sueño.
S (Ronquidos o "snoring"): Los ronquidos son un indicador principal de posible apnea del sueño, pero no se trata de cualquier tipo de ronquido. Se refieren a ronquidos fuertes y molestos que pueden ahogar conversaciones o escucharse a través de puertas cerradas. Los compañeros de cama de pacientes con apnea obstructiva del sueño han descrito estos ronquidos como si escucharan a un "oso moribundo" o una escena de "Jurassic Park". Si los ronquidos de su pareja se escuchan a través de una puerta cerrada, es hora de consultar a un especialista del sueño.
T (Cansado o "tired"): Sentirse muy cansado durante el día es una señal clave de falta de sueño y, cuando se combina con ronquidos, puede ser un síntoma revelador de apnea del sueño. “La somnolencia diurna es uno de los fuertes predictores de la apnea del sueño”, afirmó Robbins. Quedarse dormido en cualquier momento, como al sentarse a descansar o en el cine, junto con la fatiga y los ronquidos intensos, son síntomas característicos.
O ('Observado'): La "O" significa apnea observada, y esto se considera peor que solo roncar. Una apnea implica que no hay flujo de aire, es decir, la persona no está respirando. “La apnea observada es una verdadera señal de alerta”, dijo el Dr. Raj Dasgupta, especialista en sueño y profesor asociado de medicina clínica en la Facultad de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California. Los compañeros de cama son fundamentales para identificar esto, ya que pueden observar a su pareja dejar de respirar, toser o jadear, lo que indica que los ronquidos podrían no ser normales y requieren la atención de un especialista en sueño.
P (Presión – Presión arterial alta): La apnea obstructiva del sueño puede conducir a la hipertensión. Cada vez que una persona deja de respirar por unos segundos, el sistema nervioso simpático se activa, elevando la presión arterial. Además, el cuerpo libera hormonas del estrés, como las catecolaminas, que también pueden aumentar la presión arterial con el tiempo. Aunque la hipertensión por sí sola no es señal de un trastorno del sueño, se convierte en una señal de alerta si se combina con otras. Afortunadamente, tratamientos como la presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP) pueden ayudar tanto con la apnea del sueño como a reducir la presión arterial.
B (IMC o "BMI" en inglés): El Índice de Masa Corporal (IMC) es un indicador de peso, y las personas obesas o extremadamente obesas (con un IMC de 30 o más, o 35 o más, respectivamente) frecuentemente sufren de apnea obstructiva del sueño. Esto se debe a que el peso adicional en la boca, la lengua y el cuello puede colapsar los tejidos blandos, dificultando la respiración. “La pérdida de peso puede ser una parte importante de la recomendación de un proveedor de atención médica para abordar la apnea del sueño”, señaló Robbins. La apnea obstructiva del sueño ha aumentado globalmente a medida que la obesidad ha alcanzado proporciones epidémicas, siendo menos común antes de 1970.
A (Edad o "age"): El tono muscular, incluido el del paladar blando y el cuello, se debilita con la edad. Por lo tanto, tener más de 50 años es otra posible señal de que los ronquidos podrían ser, o convertirse en, apnea obstructiva del sueño. Sin embargo, estudios recientes sugieren que la apnea del sueño en los ancianos tiende a ser de tipo leve a moderado, con los casos más graves presentándose a edades más tempranas.
N (Cuello o "neck"): Tener una circunferencia de cuello grande (ya sea por sobrepeso o genética) es un indicador clave de posible apnea obstructiva del sueño. “Como regla general, un collar de más de 43 centímetros (17 pulgadas) para un hombre y de más de 40,6 centímetros (16 pulgadas) para una mujer aumenta el riesgo de apnea del sueño”, indicó Dasgupta.
G (Género): Ser hombre aumenta el riesgo de padecer apnea obstructiva del sueño. Posibles razones incluyen que los hombres tienden a tener la lengua más gruesa y acumulan más grasa en la parte superior del cuerpo, especialmente en el cuello. También suelen tener más grasa abdominal, lo que puede dificultar la respiración en general. Sin embargo, Dasgupta añadió que “definitivamente vemos mucha más apnea obstructiva del sueño en mujeres después de la menopausia”.






















