Por la demora del Gobierno en definir su uso, toneladas de mercadería incautada se deterioran en depósitos

Alimentos, ropa, juguetes y hasta electrodomésticos permanecen meses en galpones y puestos fronterizos. Organizaciones advierten que la burocracia impide que esos bienes lleguen a quienes más lo necesitan.

21 Agosto 2025

Los depósitos en los puestos fronterizos del país atraviesan una situación crítica: toneladas de mercadería secuestrada permanecen a la intemperie o en galpones saturados, mientras los trámites administrativos para definir su destino final se dilatan durante meses. 

El resultado es visible: alimentos en mal estado, productos que se deterioran sin uso y un colapso en la capacidad de almacenamiento. De acuerdo con la normativa vigente, una vez que se concreta el aforo -es decir, la evaluación oficial de la mercadería incautada y la causa judicial correspondiente- es la Presidencia de la Nación la que debe resolver cuál será el destino de esos bienes. 

El procedimiento, sin embargo, demora un promedio de seis meses. En ese lapso, la mercadería queda paralizada y muchas veces se arruina antes de poder ser aprovechada.

Qué se incauta y por qué no se dona

En los depósitos fronterizos se acumulan todo tipo de bienes: alimentos, electrodomésticos, artículos electrónicos, ropa, juguetes, bazar e incluso hojas de coca. Pero no todos esos productos pueden destinarse a la ayuda social.

Alimentos: al no cumplir con los estándares sanitarios exigidos, pierden la posibilidad de ser distribuidos en comedores o instituciones.

Juguetes y artículos de bazar: requieren certificaciones de seguridad y controles de toxicidad que en muchos casos no poseen, por lo que quedan imposibilitados de entregarse a la población.

Electrodomésticos y electrónicos: suelen ser donados a entidades estatales o sociales, aunque también enfrentan trabas administrativas.

Un ejemplo reciente fue la donación de cubiertas incautadas en Tucumán, que se distribuyeron entre fuerzas de seguridad y distintas reparticiones públicas. Sin embargo, el proceso se había visto paralizado durante ocho meses por el cambio de gobierno, lo que afectó el funcionamiento de vehículos oficiales.

Por la demora del Gobierno en definir su uso, toneladas de mercadería incautada se deterioran en depósitos

Un problema en crecimiento

El caso de Tucumán refleja la magnitud.En lo que va del año, los secuestros de mercadería aumentaron un 50% respecto a todo 2024. La consecuencia es un colapso logístico, ya que no hay espacio suficiente para almacenar lo incautado.

Si bien la actual administración busca que los bienes secuestrados se entreguen a la provincia donde se realizó el decomiso o a jurisdicciones cercanas, las demoras persisten. En gobiernos anteriores, incluso, se daban situaciones insólitas: mercadería decomisada en Tucumán era donada a organizaciones de Buenos Aires, que a veces rechazaban el traslado por problemas logísticos, agravando el desborde en los depósitos.

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