Las excavaciones arqueológicas en el Pueblo Viejo de Belchite (Zaragoza) han sacado a la luz restos “excepcionalmente conservados” de una sinagoga medieval, un hallazgo inédito en Europa que refuerza la importancia histórica y cultural de este enclave aragonés.
Un hallazgo único en Europa
El equipo de arqueólogos, liderado por Alfonso Fanjul, ha confirmado la existencia de elementos arquitectónicos clave que certifican el carácter religioso del edificio. Entre ellos destacan:
La tribuna de oración o bimah, un elemento central en toda sinagoga medieval.
Restos de la tevá, estructura singular donde se situaba la lectura de la Torá.
Un mural con una menorah, el candelabro de siete brazos símbolo de la religión judía.
Según Fanjul, este descubrimiento es “excepcional”, ya que no se conocían hasta ahora estructuras medievales de este tipo conservadas en Europa.
Excavaciones en el Pueblo Viejo de Belchite
Los trabajos arqueológicos se desarrollan en el marco del cuarto campus arqueológico internacional, impulsado por el Ayuntamiento de Belchite, la Fundación Pueblo Viejo y la Asociación Española de Arqueología Militar, con la colaboración del Gobierno de Aragón.
La consejera de Educación, Cultura y Deporte, Tomasa Hernández, visitó este jueves la zona y destacó que este hallazgo “aporta nuevas piezas para reconstruir la historia de la judería medieval aragonesa”.
El origen del hallazgo: la memoria oral del pueblo
El interés por este espacio surgió en 2024, cuando se limpió el acceso a la antigua judería y al edificio conocido como La Sinoa. Según la tradición oral de algunos vecinos nacidos en el Pueblo Viejo, este lugar habría albergado una antigua sinagoga.
Las primeras excavaciones aportaron indicios arquitectónicos prometedores, pero faltaban pruebas concluyentes. El hallazgo de la tribuna de oración y el mural con la menorah han despejado las dudas y confirmado el carácter sagrado del espacio.
Un descubrimiento con gran valor histórico
Este descubrimiento refuerza la importancia del patrimonio judío en Aragón y sitúa a Belchite en el mapa de los grandes hallazgos arqueológicos europeos. Además, abre nuevas vías de investigación sobre la vida cotidiana y la espiritualidad de las comunidades judías en la península ibérica durante la Edad Media.




















