Adiós a esta vieja excusa para tomar vino en todas las comidas.
Si sos un amante del vino, seguramente hayas utilizado la excusa de los beneficios de la copita diaria para servirte en cada almuerzo o cena. Aunque se trata de una creencia difundida y hasta defendida por algunos cardiólogos, una especialista en el área sostiene todo lo contrario. La postura de la cardióloga española Magdalena Perelló derribaría un mito que lleva años creciendo en popularidad.
Puede que la creencia de que tomar un poco de vino cada día tiene beneficios para el corazón haya salido de los países mediterráneos, donde la bebida suele estar presente. Pero Perelló sostiene, en diálogo con InfoSalus, que no se trata de una práctica cardiosaludable. Por el contrario, puede generar más consecuencias negativas que positivas.
Por qué no es bueno tomar vino todos los días
Para Perelló, todo se resume en que, en definitiva, es una bebida alcohólica y que el alcohol no es bueno para el corazón: “es más, es tóxico, produce arritmias en altas dosis, así como dilataciones en las cavidades del corazón; aparte de que, por ejemplo, su consumo está relacionado con e desarrollo de demencias y de muchos tipos de cáncer”.
Pero la cardióloga entiende también el aspecto social de la copa de vino. “Es muy triste que en una celebración o si salís de fiesta o de cena con tus amigos, tengas que justificarte si no tomás nada de alcohol”, lamenta. Por eso explica que sí se puede beber vino de forma puntual, aunque no habla de volverlo una práctica habitual, porque su consumo sigue estando relacionado a patologías del hígado y algunos tipos de cáncer.
Es que la idea que más resuena cuando se habla del vino y de sus poderes, es la de los antioxidantes que contiene. A la vez, hacer énfasis en los antioxidantes es una práctica que sale de la dieta de los países mediterráneos, pero no del alcohol. En cambio, hay otros alimentos que pueden tener mejores consecuencias que el vino.
Dieta rica en antioxidantes para cuidar tu salud
La famosa dieta mediterránea creció en popularidad por su alto contenido en antioxidantes. Suele asociarse también a generar altos niveles de longevidad. Por eso, antes que incorporar los antioxidantes que contiene una copa de vino, se puede reemplazar por otras frutas, verduras, semillas, grasas y carnes.
Cambios como el consumir aceite de oliva extra virgen no solo nos acercará a las tradiciones culinarias italianas sino que también “es beneficioso en términos de niveles de colesterol más bajo así como ayuda a prevenir enfermedades crónicas, como la demencia o el Alzheimer”, expresa el doctor Frank Hu, especialista en nutrición de la Universidad de Harvard.
Señala también que hay poblaciones con alto índice de longevidad donde un 5% de la alimentación corresponde a proteína animal y un 95% a plantas. Alimentos como el café y el alcohol suelen quedar fuera de los permitidos, al igual que los ultraprocesados.
























