Yerba Buena se llena de arte: el museo a cielo abierto de Verónica Corrales
En Yerba Buena, desde hace unos días los tucumanos pueden observar una obra que combina devoción y paisaje: el retrato del papa Francisco pintado por la artista tucumana Verónica Corrales. La intervención, ubicada en la fachada de la capilla San Cristóbal, forma parte de un proyecto más amplio de murales que la artista viene desarrollando en distintos municipios de la provincia.
“Me atraía su filosofía de vida, es un papá humilde. Cada vez que pasábamos por acá, nos imaginábamos un retrato grande, rodeado de montañas”, contó a LA GACETA la artista sobre su primera experiencia vinculada a un personaje religioso. Además, dijo que su trabajo no se limita a lo estético. “Para mí, el arte es salir a la calle y compartir con la gente, recibir un mate o un vaso de agua mientras pintamos. Es puerta afuera”.
El mural se enmarca dentro de un plan municipal de revalorización del espacio público y creación de un circuito turístico de arte urbano. Patricio Carrasco, director de Cultura de Yerba Buena, destacó que “la iniciativa busca que los vecinos se sientan identificados con estos espacios y los cuiden, integrando el arte a la identidad y al sentido de pertenencia de la ciudad”.
Corrales recordó que su recorrido comenzó durante la pandemia de 2020, con la idea de transformar la ciudad en un “museo a cielo abierto”. Su trabajo abarca distintos municipios como Tafí Viejo, y combina técnicas de ilustración con una paleta de colores propia, reconocible y personal. “Mi estilo es Vero Corrales, una mezcla de ilustración y colores que la gente ya identifica”.
El proceso creativo, explicó la artista, es meticuloso. “Primero hacemos gestión, relevamiento y estudio de las paredes, luego diseñamos la obra y finalmente la trasladamos a la pared. Es un trabajo largo, que exige cuerpo y mente, pero es mi pasión”. Entre sus proyectos, sueña con intervenir un edificio completo, un desafío a gran escala que espera poder concretar algún día.
Además de aportar estética y color a la ciudad, los murales buscan iluminar y revitalizar los espacios públicos, generando una conexión entre el entorno natural y la obra artística. “La intención es que estos lugares den luz, no solo por la pintura, sino también porque hacen que la gente los mire y los valore”, concluyó Corrales.

















