CAMBIOS. El nuevo COU fija la altura de los edificios según la zona.
Un mes después de su sanción en una sesión cargada de tensión, el nuevo Código de Ordenamiento Urbano (COU) de Yerba Buena fue girado al Departamento Ejecutivo Municipal para ser analizado y luego promulgado (posiblemente la semana entrante). Sin embargo, hay concejales de la oposición que firmaron una nota formal dirigida al intendente Pablo Macchiarola para solicitarle que considere el veto de la norma aprobada. Según expusieron, los nuevos parámetros generarán “una ciudad saturada, desigual y carente de identidad”.
La concejala María Decoud Griet (Creo en mi ciudad), con el acompañamiento de su par alfarista Rafael Olea, presentó una nota dirigida al jefe municipal para expresar su preocupación y solicitar el veto de la norma sancionada. Expuso en el texto ingresado el 30 de octubre que el proyecto salió “con un empate técnico y un clima de fuerte tensión política y social”.
“El nuevo COU, lejos de representar un consenso ciudadano, divide y preocupa a gran parte de la comunidad. La votación en empate, las modificaciones de último momento y la ausencia de un debate amplio reflejan que no existió la deliberación pública ni técnica necesaria para una norma que transformará el perfil urbano, ambiental y social de nuestra ciudad por las próximas décadas”, mencionó la edil.
Hasta cinco niveles
En el escrito hizo hincapié en que el COU todavía vigente (Ordenanza 613/94) no es obsoleta dado que tuvo más de una docena de actualizaciones. “El nuevo texto favorece la expansión indiscriminada del cemento y la densificación vertical, incluso en zonas que históricamente fueron pulmón natural de la ciudad. Autorizar edificios de hasta cinco pisos en áreas cercanas al piedemonte y corredores ambientales supone un retroceso ambiental y urbano, una pérdida irreversible del paisaje y del equilibrio ecológico que distingue a Yerba Buena como ‘Ciudad Jardín’”, reprochó.
Según la concejala, faltó convocatoria para trabajar realmente la propuesta con vecinos, instituciones y universidades. Además, aseguró que su pedido no responde a intereses políticos sino para proteger la identidad de la ciudad. “El nuevo COU permitirá un crecimiento descontrolado de la población, el tránsito y la demanda de recursos, con impacto directo en la calidad de vida. De aprobarse sin revisión, en pocos años Yerba Buena perderá su equilibrio entre naturaleza y urbanización, transformándose en una ciudad saturada, desigual y carente de identidad”, alertó.
A su vez, Decoud Griet y Olea firmaron también una carta abierta para los vecinos de Yerba Buena en un sentido similar a la nota enviada a Macchiarola. “No nos oponemos al crecimiento ni al progreso. Lo que pedimos es planificación, transparencia y participación real”, insistieron.
Trabajo del oficialismo
El COU se aprobó -con modificaciones- el 30 de septiembre, en un recinto colmado y con una importante custodia policial. Hubo reproches y cuestionamientos entre los 10 concejales, y la votación resultó empatada. Se definió en favor del oficialismo por el voto desempate del presidente, Javier Jantus (Cambia Tucumán). El oficialismo destacó que el nuevo código generará un salto cualitativo, ya que la ciudad estará dividida entre lo comercial y lo residencial; que se limitará la altura de las construcciones según la zona; que no habrá más barrios cerrados enormes; y que se reafirma la identidad de “Ciudad Jardín”.
Desde un inicio, el oficialismo yerbabuenense remarcó que la iniciativa tuvo más de dos años de trabajo, con consulta a los vecinos y aportes de distintos sectores de la sociedad. Agregaron que se llevaron a cabo numerosas reuniones en el Concejo Deliberante con los especialistas. Además, hubo ediles que reprocharon que la oposición criticara y no presentara un dictamen.





















