Del sufrimiento a la celebración: cómo Atlético Tucumán venció a Godoy Cruz y se quedó en Primera

La noche en el Monumental tuvo tensión, alivio y un grito que buscó salir durante semanas. El “Decano” ganó 2-1, logró la permanencia sin depender de nadie.

Del sufrimiento a la celebración: cómo Atlético Tucumán venció a Godoy Cruz y se quedó en Primera LA GACETA / Osvaldo Ripoll

Lo mejor que le podía pasar a Atlético Tucumán era comenzar ganando. Un gol capaz de aliviar tensiones, devolver confianza y afrontar el partido con algo más de tranquilidad. El destino no le fue esquivo al “Decano” y, aunque no brilló, venció 2-1 a Godoy Cruz y aseguró su permanencia en la máxima categoría del fútbol argentino para 2026.

Ni siquiera el contexto de urgencia alentó a los equipos a salir del conservadurismo. El “Tomba” comenzó la fecha en zona de descenso, tras la agónica victoria de Aldosivi sobre Banfield y el despegue de Newell’s, Sarmiento y Talleres. Necesitaba sumar puntos y tomar el protagonismo del partido, y Atlético, por momentos, se lo cedió.

Luego de un recibimiento histórico, los primeros minutos fueron de Godoy Cruz. El “Decano” le entregó la pelota a la visita, que con muy poco logró acercarse al arco de Matías Mansilla. Hubo varios tiros de esquina y más de un susto, lo que generó los primeros indicios de impaciencia y murmullos en las tribunas.

El gol en contra abrió el marcador y fue el gran punto de inflexión del partido. Llegó gracias a una jugada cien por ciento tucumana, made in Ojo de Agua: Nicolás Laméndola se sacó dos jugadores de encima, desbordó y, sobre la línea, tiró un gran centro pasado para que la empujara Ramiro Ruiz Rodríguez, autor simbólico del gol. Hugo Colace decidió volver al 4-3-3, y sus extremos respondieron con creces.

El resto del partido estuvo marcado por disputas en la mitad de la cancha, con esporádicos avances de la visita. En su regreso como titular, Guillermo Acosta jugó un gran partido: se paró algunos metros delante de la línea defensiva y le brindó al equipo el orden y el equilibrio que necesitaba. Además, les permitió soltarse con libertad a Adrián Sánchez y a Renzo Tesuri, otra de las grandes figuras de la noche.

El entrerriano regresó al “José Fierro” después de 280 días y contagió al equipo con la energía que lo caracteriza. Corrió todas, presionó y se llevó la ovación de los fanáticos una y otra vez. De hecho, fue el único de los jugadores aplaudidos en la previa del partido, que contó con algunos murmullos y silbidos cuando la voz del estadio nombró a Leandro Díaz.

El “Loco” no tuvo su mejor noche y las tribunas se encargaron de recordárselo con reiterados gritos e insultos. Se mostró fuera de tiempo en varias jugadas e incluso evidenció cierto desgano. Eso sí: se encargó de hacer el trabajo sucio y desgastar a los centrales rivales.

En la visita, lo más destacado fue la actuación de Santino Andino. El juvenil de 20 años, quien viene de lograr el subcampeonato con el seleccionado argentino Sub-20, se mostró eléctrico por la banda izquierda, generando reiterados problemas para Damián Martínez. Con un primer paso explosivo y un galope que caracteriza a los cracks, Andino da señales de ser un jugador especial para el fútbol argentino.

En el segundo tiempo, la tónica se mantuvo similar. Ninguno de los equipos se animaba a arriesgar demasiado, pero Atlético volvió a lastimar en el momento justo. Un centro medido de Acosta encontró destino en la cabeza de Marcelo Ortiz, quien, con un gran salto, se elevó y perforó la red del arco defendido por Franco Petroli.

Sobre el final del partido, Godoy Cruz consiguió descontar por intermedio de Andino y le puso dramatismo al cierre, pero el "Decano" logró sostener la embestida mendocina y aferrarse a la victoria.

De esa manera, Atlético cumplió con los papeles. No brilló, pero con sus referentes en cancha se mantuvo sólido y pegó en los momentos justos. Ahora puede festejar, aunque no hay demasiado tiempo para descansar: el triunfo lo volvió a meter en la pelea por los playoffs, a tan solo un punto de Sarmiento y San Martín de San Juan (que no clasificará en caso de perder la categoría) y a dos de Talleres. De conseguir un triunfo en “La Fortaleza” frente a Lanús, el “Decano” podría recibir otra alegría y seguir avanzando en la Liga Profesional. Por ahora, ya consiguió el objetivo principal, que es mantenerse en Primera división.

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