12 Noviembre 2025
La rutina se mantiene, aunque todo lo demás parece suspendido. En el complejo “Natalio Mirkin”, San Martín continúa con las prácticas bajo las órdenes de Mariano Campodónico, mientras el club atraviesa días de indefiniciones y espera por las elecciones del 30 para conocer su futuro institucional y deportivo.
El plantel trabaja sin certezas, pero con compromiso. “Los vi bastante bien a los chicos”, comentó el entrenador, que lleva adelante los trabajos de la semana con la idea de sostener el orden y la motivación en un contexto de inestabilidad.
Campodónico programó entrenamientos hasta el viernes, y luego habrá otra semana de tareas antes de definir el receso por las fiestas, aunque el cuerpo técnico admite que nada está garantizado: su continuidad dependerá de lo que ocurra en las urnas.
En lo estrictamente deportivo, el grupo retomó los ejercicios físicos y técnicos con una planificación basada en el período transitorio. En la jornada de ayer se trabajó sobre la potencia y la fuerza, con bloques de activación (arranque de potencia, coordinación y estocadas), seguidos de circuitos de peso muerto unipodal, bisagras de cadera y trabajo de hombros y bíceps.
Para hoy, está previsto un entrenamiento intervalado con pasadas de 300 metros -10 repeticiones de 55 segundos con pausas de 1’30” y una macro pausa de 4 minutos en la mitad del bloque-, apuntado a la resistencia aeróbica y el ritmo competitivo
La única ausencia hasta el momento es la de Matías García, quien no se presentó por un problema personal y tiene previsto reincorporarse mañana al grupo.
Lo que sigue para San Martín
El resto de los futbolistas se muestra enfocado en las prácticas, intentando abstraerse de los rumores y de la incertidumbre que domina el panorama institucional.
En los almuerzos y en los pasillos, las conversaciones giran en torno a lo mismo: qué pasará después del 30.
Hasta entonces, el “Santo” se seguirá entrenando, sosteniendo la rutina como una forma de resistencia. En medio del desconcierto, cada jornada de trabajo se vuelve un pequeño acto de normalidad.
La pelota sigue rodando en el “Natalio Mirkin”. Pero, más allá del esfuerzo y la disciplina, el futuro continúa en pausa.
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