LAS GUERRERAS DORADAS Y EMOCIONADAS. Mira, Rumi y Zoey, queridas y adoradas por los niños tucumanos, en escena. la gaceta / fotos de matías vieito
Hay fenómenos sociales y culturales más difíciles de desmenuzar que otros. La pasión por el K-pop en el país (y de la que Tucumán no es la excepción), tiene sus explicaciones, pero el desborde al que llega no siempre se entenderá 100%. Para aquellos que no lo conocen, el K-pop es la abreviatura de “Korean Popular Music” (música popular de Corea del Sur), un género musical originario de ese país con el impacto que mencionamos, pero además a nivel mundial. Combina diversos estilos como el pop, hip hop, R&B y electrónica, y se caracteriza por su énfasis en las coreografías sincronizadas, la producción visual y un sistema de entrenamiento y mercadotecnia enfocado en jóvenes ídolos.
Lourdes es tucumana, madre de Martina de 10 años y Victoria de siete. Ambas son fanáticas del género y viven inmersas específicamente en el universo de “Las Guerreras Doradas”. Se trata de la película (en inglés “KPop Demon Hunters”), estrenada en junio por Netflix. “La vimos todos; yo la vi con ellas y ellas la vieron varias veces más. Están fascinadas”, contó la mamá. La semana pasada, llegó a la provincia la obra de teatro infantil basada en esa película. Hasta allí fueron Lourdes con sus hijas, totalmente lookeadas.
Martina, la más grande de las niñas, estaba vestida como su guerrera favorita y afirmó que su momento preferido fue la parte donde empiezan a cantar los personajes de Rumi y Jinu, uno de los demonios. Dijo que no podía elegir una sola protagonista porque todas le gustan por igual.
El K-pop es tan fuerte que ya funciona hasta como un legado, inverso, pero legado al fin. La ropa de Martina, pertenecía al cumpleaños temático de su hermana, celebrado con las Guerreras como motivo: “Nos hicimos los disfraces para el cumple de mi hermana que fue todo de las guerreras. Vi la ‘peli’ como 30 veces y la voy a ver muchas veces más”.
Explotó en Tucumán
El fenómeno global del K-pop se sintió fuerte en la capital tucumana con cuatro funciones agotadas de las famosas Guerreras Doradas, que se presentaron el jueves en el teatro municipal Rosita Ávila. Aunque al principio se habían programado una sola función, la demanda obligó a sumar tres más hasta completar cuatro presentaciones consecutivas. Cada una de las 281 butacas disponibles se ocupó, lo que permitió que más de 1.100 personas pasaran por la sala en los horarios de 14.30, 16, 18 y 19.30. El feriado por el Día de la Soberanía también impulsó la concurrencia y consolidó al espectáculo como uno de los eventos más convocantes de la jornada.
El espectáculo estuvo encabezado por tres jóvenes artistas que recrearon la historia de la película a través de coreografías enérgicas y canciones que hicieron vibrar a los espectadores. El mensaje que transmitieron giró en torno a la valentía, la amistad y la defensa de sus fans, valores que resonaron tanto entre los más chicos como entre los adultos.
El éxito local se explicó en parte por la fuerza internacional del K-pop y también por el interés de las familias en buscar nuevas propuestas de entretenimiento. La película que inspiró el espectáculo, “Las guerreras K-pop”, es un fenómeno mundial que rompió récords de audiencia. La historia sigue a Huntr/x, un grupo femenino de K-pop, integrado por Rumi, Zoey y Mira, que lleva una doble vida como cazadoras de demonios para proteger a sus fans, y se centra en Rumi, quien debe ocultar su herencia demoníaca para salvar a su grupo de una boy band rival llamada Saja Boys, liderada por el carismático y peligroso Jinu que también resulta ser demoníaca.
Victoria, la otra hija de Lourdes y hermana de Martina, eligió a Rumi como su favorita porque su pelo es de color morado. Según su mamá: “Se sabe buena parte de los diálogos de la película”. Las niñas aseguraron que volverían a disfrutar el espectáculo sin dudarlo.
Más testimonios
Benjamín, de 7 años, es otro fanático y llegó al teatro acompañado por su mamá, Noelia. Al preguntarle por su parte favorita, Benjamín dijo que no podía elegir una sola, pero dejó clara su emoción: “Del 1 al 10, me gustó un 11”. Según Noelia, su hijo vio la película muchas veces y conoce todas las canciones. La familia asistió con las abuelas y la hermana menor del niño para vivir una tarde especial.
Romina llegó con Renata, de cuatro. “Vinimos a disfrutar el evento”, dijo. La niña eligió como momento preferido la canción Soda Pop. Llevaba un peinado inspirado en Rumi, o “Lumi”, como la llama, y aseguró que es su favorita porque le gusta mucho. También contó que bailó durante toda la función.
La madre explicó que no conocía el fenómeno antes de que su hija se lo mostrara. “No vi la ‘peli’, pero mi hija me hizo conocer a los personajes, así que estoy copada como ella”, afirmó.
“Las guerreras K-pop” se convirtió en la película animada más vista en la historia de Netflix, con más de 314 millones de visualizaciones en su primer mes. El suceso rompió récords mundiales dentro de la plataforma y superó marcas de títulos como “Alerta Roja” y “El juego del calamar”. Tras el furor inicial, más de 1.700 cines de Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda organizaron funciones “sing-along”. La película aborda la presión por la perfección en la industria del K-pop e incorpora folclore, comida y una mezcla de inglés y coreano en sus canciones.
Su éxito también fue musical, las bandas ficticias Huntr/x y Saja Boys dominaron las listas musicales mundiales, incluso por encima de figuras como BTS y Blackpink. Su impacto se reflejó en el Billboard Hot 100, donde Golden llegó al puesto número 1, y en Spotify Estados Unidos, donde los temas ocuparon el primer y tercer lugar. La codirectora Maggie Kang se inspiró en los ídolos que admiraba de niña y, junto con Chris Appelhans y productores experimentados del K-pop, construyó una banda sonora que potencia cada momento emotivo. En un género que ya es una industria multimillonaria, la música de la película se volvió un arma narrativa poderosa.























