Universidad 4.0: la apuesta de la San Pablo T para unir conocimiento, tecnología y desarrollo local
En tiempos donde el conocimiento cambia más rápido que los planes de estudio, las universidades enfrentan el desafío de reinventarse sin perder su esencia. Sobre ese eje giró el diálogo entre Ramiro Albarracín, rector de la Universidad de San Pablo T., y el periodista Guillermo Monti, en una nueva edición de “Encuentros LA GACETA”, dedicada al presente y al futuro de la educación superior en Tucumán.
“La San Pablo T. nació como un proyecto de tucumanos para los tucumanos y para el mundo”, señaló Albarracín, doctor en Humanidades y abogado formado en la UNT. “Fue el sueño de la doctora Catalina Lónac y su familia, un legado de responsabilidad social empresaria que se transformó en una universidad moderna, laica y dinámica”, explicó. Esa flexibilidad, dijo, es la que permite que la institución “se construya y se deconstruya permanentemente”, adaptándose a los cambios culturales, sociales y tecnológicos.
El rector repasó los ejes fundacionales: calidad académica, investigación aplicada y compromiso con el desarrollo regional. “La universidad tiene que estar al servicio de la comunidad, de sus necesidades y de sus proyectos”, sostuvo. Entre los logros destacó la creación de carreras inéditas en el país, como Ceremonial y Protocolo con licenciatura o Diseño Industrial, que profesionalizaron oficios y abrieron nuevas oportunidades laborales. También mencionó los programas de formación docente para que profesores de nivel inicial y primario accedan al título universitario y las licenciaturas en gestión de salud y medicina, que formaron egresados hoy insertos en el mundo laboral global.
MANO A MANO. Ramiro Albarracín (derecha) fue entrevistado por Guillermo Monti.
Transformación digital y mirada internacional
La pandemia fue el punto de inflexión que redefinió el modelo institucional. “En dos meses pasamos de ser una universidad 100% presencial a una virtual. Lo hicimos tan bien que después vivimos una crisis de sobreinscripción”, recordó Albarracín. Esa experiencia marcó el camino hacia un modelo híbrido, en el que conviven clases presenciales, virtuales y a distancia, adaptadas a cada carrera. “Nuestra filosofía es la reconstrucción constante; no predicamos el cambio, lo vivimos”, afirmó.
La internacionalización es otro pilar clave. La San Pablo T. integra el Consejo de Rectores por la Integración de la Zona Oeste de Sudamérica y realiza clases espejo con universidades de Colombia. “Eso amplía horizontes, enriquece la didáctica y conecta a nuestros alumnos con el mundo real del conocimiento”, destacó el rector, que antes de concluir, dejó una reflexión que resume el espíritu institucional. “Queremos que la sociedad sienta que la San Pablo T. es suya, que la universidad no es una torre de cristal, sino un espacio vivo donde pensar el futuro”, cerró.






















