El día que Barbra Streisand y Chahla perdieron el juicio

Hay en Tucumán una preocupación por imponer las preocupaciones desde el lado público sin escuchar lo que le puede estar pasando a la sociedad. En ese marco las instituciones se deterioran sin encontrar el quicio necesario para que la provincia emerja de una vez.

El día que Barbra Streisand y Chahla perdieron el juicio

Malibú es una ciudad costera. Está ubicada al Oeste de Los Ángeles y se desparrama a lo largo de 34 kilómetros de la famosa carretera de la Costa Oeste del Pacífico. Entre arbustos petisos, palmeras, buganvillas y rosas se levantan mansiones que suelen mirar la vida desde acantilados. Allí fue a escribir e inspirarse Barbra Streisand en los 90.

En esa residencia esta seductora actriz escribió sus memorias y compartió la sofisticada bohemia de las estrellas de cine. Un día de 2003 se cansó de ver cómo su vivienda que en verdad son tres residencias unidas por senderos y con un lago, aparecía repetidas veces en un sitio que buscaba documentar la erosión de la costa californiana.

Fue tal el enojo de la amiga eterna de Robert Redford que inició una demanda contra el fotógrafo y esa publicación digital. Exigió que se retirara la imagen para “proteger su privacidad”. La protagonista de “Nace una estrella” sin dudas no dimensionó mover esta pieza en el ajedrez de su fama y de su estrellato.

Hasta antes de la demanda, la foto se había descargado sólo seis veces y, precisamente, dos de ellas, habían sido sus propios abogados. Luego de conocerse la noticia del juicio que ella había iniciado fue descargada más de 420.000 veces en sólo un mes. En aquellos años de principio de siglo hasta en los lugares más recónditos del planeta se publicó la imagen del pequeño acantilado donde se había construído el refugio creativo de esta ganadora de dos Oscar nacida en un barrio de clase media de Brooklyn. Ni hablar de los turistas curiosos que llegan a Malibú y buscan la mansión sólo para verla unos segundos.

Semejante revuelo terminó instalando un concepto que se denomina el “Efecto Streisand”.

“Efecto Rossana”

Esta semana los tucumanos vivimos el “Efecto Rossana”. El juez José Ignacio Dantur fue el bumerán que le pegó en la nuca a la famosa intendenta tucumana que recorría los plató de la metrópoli porteña mostrándose como la intendenta tiktokera. La Lady principal de la ciudad se hubo hartado de sentirse parodiada en las redes sociales por un ciudadano que publicaba contenido sobre ella en las redes sociales.

Marcos Rossi, representante legal de la intendenta, pidió que Kayle Alan Walls -ese es su nombre- cese inmediatamente de publicar reel, video, imágenes, animaciones, deepfake hechas con inteligencia artificial referidas a Chahla y que además borre sus publicaciones anteriores.

Para rechazar el planteo el magistrado utiliza 26 páginas y en una de ellas se detiene a valorar el pensamiento de una gran constitucionalista argentina como María Angélica Gelli. A ella la cita para decir que “la libertad expresiva contiene un valor adicional, pues, además, de fortalecer la libertad y dignidad personales, favorece el descubrimiento de la verdad en cualquier ámbito y materia, mediante la práctica del debate libre. Así pues, la segunda justificación de la libertad expresiva es de tipo social. Se basa en el provecho de la libre controversia para alcanzar la verdad sobre toda cuestión y en cómo se fortalecen las ideas cuando estas deben someterse al juicio crítico de los contradictores”.

Dantur además recuerda que la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha señalado que “aquellas personas que influyen en cuestiones de interés público se han expuesto voluntariamente a un escrutinio público más exigente y consecuentemente, se ven expuestos a un mayor riesgo de sufrir críticas, ya que sus actividades salen del dominio de la esfera privada para insertarse en la esfera del debate público”.

Las figuras públicas cualesquiera sean no están preparadas para estas circunstancias. Tampoco, encuentra tiempo para hacerlo. Y, la historia habilita un precario teorema que permite afirmar que cuanto mayor es el poder, menor es la tolerancia a la crítica. Por eso la desesperación que asoma de manejar el discurso.

Adelman y Walls

Kenneth Adelman era un ignoto fotógrafo. Había hecho 12.000 fotos de la carretera de la costa oeste y sus acantilados. La de la casa de Barbra Streisand fue la que lo hizo conocido. Kyle Alan Walls es aparentemente un ciudadano norteamericano que vive en la Capital tucumana y que -según la demanda de Chahla- se convirtió en influencer y suele identificarse en las redes como un tal Alan Paredes. Su notoriedad se la debe a la intendenta. Sus abogados Tania Visintini y Alfredo Alejandro Aydar sostuvieron que su defendido era objeto de una censura previa amplia, preventiva y genérica. Sugirieron además que con la presentación judicial se buscó “reconducir un conflicto estrictamente político y comunicacional”.

La figura de la censura previa se ha instalado en algunos ámbitos del devaluado círculo rojo tucumano después de que el Ministerio Público Fiscal a través del juez subrogante del Colegio de Jueces y Juezas Penales Lucas Taboada, lo contrario a Dantur. Cabe recordar que Taboada prohibió a la Compañía de Circuitos Cerrados (CCC) efectuar determinados pronunciamientos contra el Ministerio Público Fiscal y contra sus integrantes.

Tal vez por eso “el yankee” -otra forma de llamar al tiktokero- decía a través de sus letrados que se trataba de una cuestión política. En las mesas de bar, en las conversaciones apasionadas ya se empezó a sostener que el mandoble judicial recibido por Chahla podría tener que ver con el vínculo que ella tiene con su fiel escudero el diputado Carlos Cisneros. Cabe recordar que el bancario mantiene una fuerte disputa con el titular del Ministerio Público, Edmundo Jiménez.

Es tal el deterioro institucional que al ciudadano común le cuesta horrores aceptar decisiones de los magistrados. Se duda de todo. Así la Justicia tucumana ha debilitado la solidez que intentan transmitir los poderosos y fornidos muros de su palacio. También se trata de algo que pareciera no preocupar al presidente de la Corte Suprema de Justicia que reeligió a Daniel Leiva como titular del Máximo Tribunal. El doctor Leiva aún tiene pendiente una denuncia sobre su conducta en la Corte Suprema de Justicia de la Nación cosa que soslayan dos de sus pares. La votación -tres votos para Leiva, uno para Claudia Sbdar y uno para Daniel Posse- muestra cierta división en esos estrados. El voto por sí mismo de Leiva tampoco ayuda a transmitir fortaleza en la Justicia provincial.

Cosas de fantasmas

Desde que Chahla desembarcó en la municipalidad de Capital hubo una relación de cortesía y casi diplomática con la Casa de Gobierno, pero cada movimiento, gesto, acto o declaración fue requisada por los scanners políticos como si fuera una valija en los aeropuertos. Con rayos X se analizan los movimientos.

La aparición de este influencer durante mucho tiempo no fue materia de preocupación en los despachos de Lavalle y 9 de Julio. Con el paso de los días, en los pasillos de ese mercado devenido en sede municipal, aparecieron fantasmas que bisbiseaban que detrás de “Alan Paredes” podría estar algún funcionario de la Casa de Gobierno. Otra razón para que los abogados pudieran sugerir intencionalidades políticas detrás de la demanda. Cuántas veces se escucharon quejas en la residencia de 25 de Mayo y San Martín recibieron como respuesta la misma negativa. Y, de nuevo, es tal el desgaste de la palabra y de las verdades en política -como en la Justicia- que en el entorno de Chahla sienten que los fantasmas tienen razón.

La historia de siempre

Estos rifirrafes propios de la política comarcana existieron siempre, pero con el correr de los años se han perdido la esencia de la palabra. El diccionario asegura que se trata de contiendas ligeras y sin trascendencia. Sin embargo, se vuelven tan importantes que a los actores públicos se les va la vida -o la gestión- en estas disputas y Tucumán termina derrotado o perdido en esas ligerezas.

Pruebas al canto: 1) el líder de la oposición tucumana Lisandro Catalán puso el grito en el cielo porque los legisladores acumulan “asesores” por decenas. ¡Chocolate por la noticia! podría contestarle una voz del pasado. Es parte del sistema remunerativo de la Cámara. En la misma bolsa entran los subsidios. No hace falta que el fantasma Matías hable sobre las mil y una formas de engordar una dieta legislativa. 2) El concejal Ernesto Nagle confesó que el Concejo ha decidido tomar la posta en la agenda política. Más allá de lo sorpresiva que pueda sonar la decisión, bienvenida sea. El edil confiesa y dice que después de 20 años se está actuando sobre el sistema del transporte. Más chocolate por la noticia. 3) La reforma política, que en verdad es electoral, más que una proyecto, una idea o un paso adelante es un problema. El peronismo no quiere hacer esa reforma. Ha llegado a través del sistema actual y le ha permitido perpetuarse en el poder. El fantasma Matías escucha a través de las paredes que sin los múltiples acoples y el sistema actual no sabrían cómo hacer política. Además si han triunfado siempre, ,porque habrían de cambiar para satisfacer el reclamo de un sector social que no los vota. Ese es el verdadero problema.

Estos simples ejemplos de la vida pública tucumana ocupan el centro de la agenda desde hace muchos lustros. No hay políticos dispuestos a dialogar, consensuar y superar estos debates. En estas tierras el secreto mejor guardado no es quién habla, sino por qué nadie quiere escuchar. Y, está claro que cada intento de controlar el relato no hace más que revelar quién teme quedar expuesto.

Quizás sea hora de empezar a aceptar que, cuando el poder intenta esconder algo, el efecto nunca es silencio: es Streisand.

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