Australia volvió a instalar en la agenda global el debate sobre el impacto de la tecnología en la infancia. El gobierno aprobó una ley pionera que prohíbe el uso de redes sociales a los menores de 16 años, una medida que busca frenar el consumo excesivo de pantallas y proteger la salud mental de niños y adolescentes.
Aunque la legislación ya fue autorizada, entrará en vigencia dentro de un año, cuando las plataformas deberán bloquear el acceso a usuarios por debajo de la edad permitida.
Por qué Australia prohíbe las redes sociales a menores de 16
El acelerado avance tecnológico de los últimos años generó preocupación mundial, especialmente entre especialistas en salud infantil. El uso intensivo de celulares y redes sociales se asocia a problemas de atención, deterioro emocional y trastornos de salud mental en edades cada vez más tempranas.
Según datos de Healthy Children, el 35% de los jóvenes de entre 13 y 17 años usa redes sociales de manera “casi constante”. Además, el 38% de los niños de 8 a 12 años frecuenta habitualmente estas plataformas, pese a que la mayoría exige un mínimo de 13 años para registrarse.
Para el gobierno australiano, estas cifras son alarmantes y evidencian un escenario de riesgo que incluye:
Exposición a estándares de belleza irreales
Inducción a trastornos alimenticios
Aparición de ansiedad y depresión
Ingreso precoz a apuestas online
Presión estética y deterioro de la autoestima
“Las redes sociales están perjudicando a nuestros hijos y voy a ponerle fin”, afirmó el primer ministro Anthony Albanese, impulsor del proyecto.
Qué establece la nueva ley australiana
La normativa prohíbe que usuarios menores de 16 años puedan abrir o mantener cuentas en redes como Facebook, Instagram, Snapchat o TikTok.
Además, impone por primera vez obligaciones estrictas a las empresas tecnológicas, que deberán implementar sistemas robustos de verificación de edad. El incumplimiento podría derivar en multas de hasta 50 millones de dólares australianos (unos 32 millones de dólares estadounidenses).
El enfoque del gobierno es claro: la responsabilidad recae en las compañías, no en los niños.
Un precedente mundial
Con esta iniciativa, Australia se convierte en el primer país del mundo en implementar una regulación de alcance nacional para restringir el uso de redes sociales por edad. La medida ya generó repercusiones en otros gobiernos y organizaciones, que observan con atención el impacto de esta política en uno de los debates más urgentes de la era digital: cómo proteger a los menores en el entorno online.





















