ACV. La detección temprana puede alvar vidas.
Los accidentes cerebrovasculares (ACV) continúan siendo una de las principales causas de discapacidad y muerte en el mundo. La preocupación volvió a tomar relevancia tras los casos recientes de figuras públicas como Donald Glover, Hailey Bieber y Jamie Foxx, que pusieron el foco en la importancia de reconocer los signos tempranos. En este contexto, el neurólogo Gurutz Linazasoro, del Hospital Policlínica Gipuzkoa, detalló en Hello Magazine los cinco síntomas que jamás deben ignorarse ante la sospecha de un ACV.
Qué es un accidente cerebrovascular y por qué ocurre
En diálogo con Hello Magazine, Linazasoro explicó que un ACV —también llamado ictus— ocurre cuando una arteria o un vaso sanguíneo del cerebro se bloquea o se rompe, interrumpiendo el flujo sanguíneo y provocando daño en las neuronas.
La hipertensión arterial es la causa más frecuente, aunque también influyen:
Malformaciones arteriovenosas
Traumatismos craneoencefálicos
Trastornos de coagulación
Envejecimiento
Uso de anticoagulantes
El neurólogo señaló que existen dos tipos principales de ACV:
Isquémico: ocurre cuando una arteria se obstruye e impide la llegada de sangre al cerebro.
Hemorrágico: provocado por la ruptura de una arteria cerebral, generando sangrado interno.
Información de Harvard Health Publishing coincide en que ambos representan emergencias médicas que requieren atención inmediata.
Los 5 síntomas de ACV que siempre deben generar alarma
Reconocer las señales a tiempo puede evitar secuelas graves o incluso salvar vidas. Linazasoro identificó los cinco síntomas que nunca deben subestimarse:
Dolor de cabeza repentino e intenso, distinto a cualquier molestia experimentada antes.
Alteración brusca del habla, como dificultad para hablar o comprender.
Debilidad o parálisis en un lado del cuerpo.
Pérdida de equilibrio, problemas para caminar o falta de coordinación.
Entumecimiento u hormigueo en una zona del cuerpo.
El especialista subraya que la aparición repentina de uno solo de estos signos requiere acudir de inmediato a un centro médico. La rapidez es determinante: cuanto más tiempo pasa sin tratamiento, mayor es el daño cerebral.
Consecuencias de un ACV y el rol clave de la rehabilitación
Las secuelas dependen del área afectada y del tiempo que transcurra hasta recibir atención médica. Entre las más frecuentes se encuentran:
Parálisis o debilidad en extremidades
Dificultades en el lenguaje (afasia)
Problemas de memoria y atención
Pérdida de sensibilidad
Trastornos visuales
Inestabilidad emocional
Dolor crónico
La recuperación suele ser prolongada y exige un enfoque multidisciplinario con fisioterapeutas, fonoaudiólogos y psicólogos. La rehabilitación, destaca Linazasoro, es esencial para recuperar funciones y mejorar la calidad de vida.
Diagnóstico y tratamiento
El tratamiento depende del tipo de ACV y su gravedad. Según Linazasoro:
En los ACV hemorrágicos puede requerirse neurocirugía, drenaje de hematomas o procedimientos de embolización.
En los casos isquémicos se necesitan terapias que permitan restablecer el flujo sanguíneo lo antes posible.
El diagnóstico temprano mediante tomografía computarizada o resonancia magnética es indispensable para definir el tratamiento adecuado.
Prevención: la mejor estrategia
El neurólogo remarca que la prevención sigue siendo la herramienta más efectiva para reducir el riesgo de ACV. Entre las recomendaciones clave:
Controlar la presión arterial y el colesterol
Evitar el tabaco
Mantener un estilo de vida saludable
Realizar chequeos médicos periódicos
Hacer ejercicio regular y seguir una dieta equilibrada
Harvard Health Publishing coincide en que estas medidas disminuyen significativamente el riesgo y ayudan a preservar la salud cerebral.






















