ESFUERZO. En la COP30, Brasil buscó un compromiso mundial para la transición energética, pero se encontró con la oposición de Arabia Saudita, Irán y Rusia.
El presidente de Brasil, Lula da Silva, ordenó que su gobierno presente una “hoja de ruta” para reducir la dependencia de combustibles fósiles, promesa del gigante sudamericano en la COP30. La mayor conferencia de la ONU sobre el clima se celebró en noviembre en la ciudad de Belém. Como anfitrión, Lula buscó un compromiso mundial para crear una hoja ruta para dejar atrás el gas, el petroleo y el carbón, pero fracasó ante la oposición de Arabia Saudita, Irán y Rusia.
La orden a los ministerios de Hacienda, Medio Ambiente y Minas es que fijen directrices para una reducción gradual de la dependencia de combustibles fósiles en el país Las propuestas de los ministerios deben contemplar la creación de un Fondo para la Transición Energética, financiado con ingresos petroleros del mayor productor de América Latina. El plan será revelado en los próximos 60 días y revisado por el Consejo Nacional de Política Energética, un órgano consultivo del Ejecutivo.






















