Ainoa López, una bebé tucumana de siete meses que fue trasplantada de hígado en el Hospital Garrahan, regresó a la provincia y fue recibida este martes por el gobernador Osvaldo Jaldo en Casa de Gobierno. La niña estuvo acompañada por sus padres, quienes destacaron el acompañamiento del Estado provincial y del sistema de salud durante los meses más críticos de su tratamiento y recuperación.
Ainoa nació con una grave patología hepática que puso en riesgo su vida desde los primeros días. Tras ser diagnosticada, fue derivada de urgencia a Buenos Aires, donde recibió un trasplante de hígado gracias a la donación de su madre. Luego de varios meses de internación, la evolución fue favorable y la familia pudo regresar a Tucumán.
Durante el encuentro, Jaldo remarcó la importancia del trabajo articulado entre el sistema de salud provincial, el Hospital Garrahan y la Casa de Tucumán en Buenos Aires. “Hoy tuvimos la posibilidad de comprobar lo importante que es el rol del Estado. Ainoa fue operada con apenas dos o tres meses de vida, y gracias al acompañamiento y a la donación de su mamá hoy se está recuperando”, expresó el mandatario.
El gobernador también subrayó el papel central del Garrahan para los pacientes tucumanos. “Es un hospital fundamental para los chicos de todo el país. Desde Tucumán derivamos permanentemente pacientes que necesitan atención de alta complejidad; actualmente tenemos más de 30 niños internados en hospitales de Capital Federal”, señaló.
El acompañamiento de la Casa de Tucumán
Jaldo valoró especialmente el rol de la Casa de Tucumán en Buenos Aires, a cargo de Enrique Salvatierra, por el sostén integral a las familias durante el tratamiento. “No solo se acompaña a los pacientes, también se contiene a los familiares, se les brinda hospedaje, comida y asistencia social”, afirmó. Además, adelantó que el Gobierno provincial trabajará en la mejora de la vivienda de la familia de Ainoa, debido a los cuidados especiales que requiere la bebé en esta etapa.
Por su parte, Salvatierra explicó que la Casa de Tucumán acompaña actualmente a 32 personas internadas y a pacientes ambulatorios, en su mayoría niños atendidos en el Garrahan. “La enfermedad no tiene horarios. Nuestro equipo trabaja las 24 horas para que las familias no se sientan solas estando a más de 1.300 kilómetros de su casa”, destacó.
El caso médico y la recuperación
El ministro de Salud Pública, Luis Medina Ruiz, detalló que Ainoa fue diagnosticada con atresia de vía biliar, una enfermedad incompatible con la vida sin un trasplante. Tras la atención inicial en el Hospital de Niños de Tucumán, se resolvió su traslado urgente al Garrahan.
“La madre resultó completamente compatible y pudo donar parte de su hígado. En septiembre se realizó el trasplante y, tras varios meses de internación, hoy Ainoa está perfectamente bien. Malena también se encuentra en excelente estado, lo que demuestra la seguridad de la donación de órganos”, explicó el funcionario.
Actualmente, la bebé continúa con medicación inmunosupresora y controles periódicos. El Ministerio de Salud coordina su seguimiento en Tucumán, con interconsultas con el Garrahan y controles mediante telemedicina.
“Si no fuese por ellos, hoy no estaríamos aquí”
Malena, madre de Ainoa y donante del trasplante, agradeció el acompañamiento recibido durante todo el proceso. “Queremos dar las gracias al gobernador, al ministro, a la Casa de Tucumán y a todos los que nos ayudaron. Siempre estuvimos acompañados en este momento tan duro. Si no fuese por ellos, hoy no estaríamos aquí”, expresó.
La madre también explicó que el tratamiento de su hija continúa bajo estrictos controles médicos y que deberá regresar periódicamente a Buenos Aires para evaluaciones con el equipo que realizó el trasplante, mientras sigue la atención en el Hospital de Niños de Tucumán.
El regreso de Ainoa a la provincia representa una historia de vida, solidaridad y articulación del sistema de salud público, que permitió salvar a una bebé tucumana gracias al trabajo conjunto entre Nación y Provincia.





















