Ana Corina Sosa, hija de Corina Machado, le puso voz a un discurso que recorrió la historia.
En una ceremonia cargada de simbolismo político y tensión emocional, el Instituto Nobel Noruego entregó este mediodía el Premio Nobel de la Paz a la líder opositora venezolana María Corina Machado. Ante su ausencia, su hija, Ana Corina Sosa, subió al estrado del Ayuntamiento de Oslo para recibir la medalla y leer un discurso que denunció "heridas abiertas" y torturas sistemáticas en Venezuela.
Sin embargo, el momento más vibrante de la jornada no provino de la premiada, sino del propio presidente del Comité Nobel, Jørgen Watne Frydnes. En una intervención inusualmente directa para la diplomacia del galardón, Frydnes lanzó un mensaje al Palacio de Miraflores. “Maduro, acepte los resultados y renuncie”, afirmó.
La frase desató una ovación inmediata de pie entre dignatarios y miembros de la diáspora venezolana presentes en la sala.
La odisea del viaje
La silla vacía de Machado fue el otro gran protagonista. Horas antes de la gala, el Instituto confirmó que la líder opositora había logrado burlar el cerco del régimen y salir de Venezuela tras meses de clandestinidad. “Estaré en Oslo, estoy en camino ahora mismo”, aseguró Machado en un audio enviado al Comité. Aunque no llegó a tiempo para la ceremonia de las 13, las autoridades confirmaron que "está a salvo" y se espera su arribo en las próximas horas para cumplir con el resto de la agenda.
Watch the very moment Maria Corina Machadoâs daughter Ana collected this yearâs Nobel Peace Prize medal and diploma on behalf of her mother.
— The Nobel Prize (@NobelPrize) December 10, 2025
Machado was awarded the 2025 Nobel Peace Prize for her tireless work promoting democratic rights for the people of Venezuela.
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"No son cifras, son heridas"
En el discurso leído por su hija, Machado trazó un recorrido histórico desde la fragilidad institucional que permitió el ascenso del chavismo hasta la victoria electoral de 2024. “El cabecilla de un golpe militar fue elegido presidente y el régimen se dedicó a desmantelar nuestra democracia”, escribió.
El texto conmovió al auditorio al detallar el costo humano de la crisis. “La economía colapsó más de un 80% y nueve millones de venezolanos huyeron. No son solo cifras; son heridas abiertas”, señaló. Además, denunció con crudeza la represión post-electoral: "A más de 220 adolescentes los electrocutaron, golpearon y asfixiaron para obligarlos a mentir", agregó.
A pesar del dolor, el mensaje final fue de resistencia. “Decidimos confiar en la gente… y la gente volvió a confiar en nosotros. El pueblo venezolano no se rinde”, remarcó.




















