Ramiro González, el lateral derecho de Atlético Tucumán que creció en la Reserva y hoy sueña con debutar en Primera
Con continuidad, trabajo y paciencia, el juvenil atraviesa un momento clave dentro del plantel profesional, mientras se prepara para afrontar una pretemporada exigente y seguir sumando experiencia en la élite del fútbol argentino.
PROYECCIÓN. González, en acción durante un partido del equipo juvenil, donde se consolidó a lo largo de la temporada.
Atlético Tucumán empezó a darle forma a una decisión que va más allá de la coyuntura deportiva. Es la decisión de apostar por los chicos del club. En los últimos días, la institución anunció oficialmente que varios futbolistas de la Reserva fueron promovidos al plantel profesional, en un demostración de continuidad y proyección. Para muchos, será la primera pretemporada junto al grupo superior; para otros, la confirmación de un proceso que lleva tiempo. Entre esos nombres aparece el de Ramiro González, lateral derecho, nacido el 10 de julio de 2004, que atraviesa uno de los momentos más importantes de su corta carrera.
LA GACETA viene siguiendo de cerca este recorrido y hoy pone el foco en uno de esos juveniles que empezó a vivir su sueño. González tiene 21 años y se consolidó durante 2025 como una de las piezas estables de la Reserva, un año que dejó huella en la historiadel club. “Fue un año muy bueno, hicimos historia al clasificar por primera vez a los octavos de final de la Reserva en ambos torneos”, dijo el defensor. “Eso fue muy bueno para todos y nos permite pensar que el año que viene podemos consolidarnos en Primera”, agregó.
Mientras se entrena en el complejo con Carlos Abeldaño y Ramiro Paunero, González ya empieza a tomar dimensión del salto que está dando. No es un nombre nuevo puertas adentro. Llegó al club en 2023, de la mano de Martín Anastacio y Sergio Ramos, y desde entonces fue construyendo su lugar con mucho trabajo. “Entre 2023 y 2024 jugué casi todos los partidos en Reserva”, expresó. “Este año inicié la pretemporada con Facundo Sava, viajé a los amistosos a Uruguay y después regresé a Reserva, donde terminé jugando 15 partidos”, completó.
Ese camino explica por qué su promoción no sorprendió al cuerpo técnico. Durante la última parte del torneo, Hugo Colace, entonces entrenador de la Reserva y luego confirmado como técnico del plantel superior, empezó a observarlo más de cerca. “Estuve ahí nomas de ser convocado en el partido con Godoy Cruz”, contó González. Sobre las indicaciones que recibía, fue claro. “Hugo nos pedía actitud y decisión a la hora de jugar; me decía que sea firme en la marca y determinante cuando pase al ataque”, contó.
El perfil futbolístico de González responde a esa idea. Lateral derecho, intenso, con proyección y vocación ofensiva, se apoya en referentes actuales para seguir creciendo. “Veo mucho los movimientos que hace Nahuel Molina; me gusta atacar y ser determinante tanto en ofensiva como en defensa”, señaló.
Pero detrás del jugador también aparece la historia personal. Ramiro es de barrio 11 de Marzo y dio sus primeros pasos en el CEF 18, antes de pasar por Tucumán Central. Creció en una familia numerosa que lo acompaña en cada etapa. “Mis padres son Carlos González y Viviana Rivadeneira, y tengo siete hermanos”, dijo, al enumerar uno por uno a Leonel, Juan, Milagros, Yudith, Lucas, Guada, Fermín y Agustín. Ese sostén familiar también se refleja en la manera en que encara los tiempos fuera del fútbol. “La primera semana descansé y me fui a pescar a Las Termas con mis hermanos y mi papá; la siguiente ya entrené con un preparador físico”, explicó.
En el horizonte inmediato aparece una pretemporada exigente y un contexto que no admite distracciones. Atlético Tucumán inició su trabajo bajo la conducción definitiva de Colace, con un calendario apretado y un Apertura que comenzará a fines de enero. El entrenador fue claro en su mensaje desde el primer día. Quiere intensidad, protagonismo y pelota en movimiento. En ese escenario, la inclusión de juveniles no es decorativa. Responde a una necesidad y a una convicción.
Para González, el desafío está más que claro y lo dice todo el tiempo para recordarselo a sí mismo. “A los 21 años uno sueña con consolidarse en Primera, debutar y crecer en Atlético, un club que quiero mucho”, expresó. En sus palabras está la idea de seguir dando pasos firmes.
Mientras el “Decano” se prepara para un torneo que lo obligará a sumar desde el arranque, historias como la de Ramiro empiezan a cobrar valor. Son apuestas al futuro y, a la vez, respuestas para el presente. Chicos formados en casa que hoy entrenan con el plantel superior y saben que, detrás de cada práctica, hay años de trabajo, paciencia y un sueño que empieza a tomar forma. (Producción periodística: Carlos Oardi)





















