FIN DE CICLO. Ulises Vera se despidió de San Martín con un mensaje emotivo en redes sociales, tras no llegar a un acuerdo para renovar su contrato. LA GACETA / OSVALDO RIPOLL
Ulises Vera eligió las redes sociales para cerrar una etapa que ya estaba marcada por las negociaciones truncas y las decisiones del mercado. Con un mensaje cargado de emoción, el volante de 22 años se despidió de San Martín de Tucumán, el club que lo formó y en el que logró consolidarse durante la última temporada.
“Hoy lamentablemente me toca cerrar una etapa en el club que me formó, donde fui feliz y lo disfruté al máximo”, escribió Vera en su cuenta personal de Instagram, acompañado por emojis de tristeza y corazones. En el texto, el mediocampista remarcó el orgullo de haber vestido la camiseta del “Santo” y agradeció a sus compañeros, al cuerpo técnico, utileros, colaboradores y a su familia, a quienes mencionó como un sostén clave dentro y fuera de la cancha.
El mensaje no fue uno más. Llegó después de semanas en las que la dirigencia intentó sostener su continuidad, valorando su rendimiento y su sentido de pertenencia. Vera completó su mejor temporada desde su debut: disputó 30 partidos, fue titular en 23 y se transformó en una pieza confiable en el mediocampo, incluso en momentos de inestabilidad colectiva. Sin embargo, el pedido económico elevado, canalizado por su representante, terminó siendo imposible de afrontar para el club.
“Siempre dejando todo y más. Vistiendo con orgullo estos colores”, expresó el jugador, que también se tomó un momento para destacar el cariño recibido durante su paso por Bolívar y Pellegrini. Lejos de un tono conflictivo, el texto tuvo un cierre esperanzador. “Estoy seguro de que es un hasta luego y no un adiós”, cerró.
La despedida en redes sociales terminó de confirmar un desenlace que, puertas adentro, ya estaba asumido. Ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo, San Martín dio por cerradas las charlas y Vera continuará su carrera en Quilmes, en condición de libre.
Para el club, la salida de Vera deja una sensación ambigua. Se va un jugador joven, identificado con la camiseta y con crecimiento sostenido, justo en un momento en el que la institución busca reordenarse y reconstruir su proyecto deportivo. Para el futbolista, en cambio, el cierre fue claro y sentido, con palabras de agradecimiento, afecto y pertenencia, como síntesis de una etapa que marcó su formación y su carrera.




















