Pobre Jazmín, la matamos entre todos

Muchos de los que no tuvimos la desdicha de sostener en nuestras manos la edición en papel del diario "Crónica" nos espantamos ayer con la imagen de un cadáver en cuanto nos conectamos a las redes sociales. Bien temprano, #latapadecronica era trend topic (tema del momento) en Twitter y presagiaba uno de esos hechos oscuros que despiertan al mismo tiempo y contradictoriamente el morbo y la indignación.

Para criticar la publicación de las fotos filtradas del cuerpo de Jazmín de Grazia (en realidad, vendidas; según Luis Ventura, las ofrecían a alrededor de $ 20.000) parece que no alcanzan los adjetivos, porque se ensañan con alguien que ya no está. Y porque es una forma de moler a palos y bien a lo patotero a su familia.

Ayer todos despotricamos contra "Crónica": desde el senador Aníbal Fernández hasta una amiga que en Facebook escribió: "Crónica, te fuiste tres cuadras más allá de la mierda". De hecho, decidí escribir estas líneas tras haber compartido mi bronca con otras personas tan indignadas como yo. Pero después me di cuenta de que, en realidad, el enojo que intercambiábamos era pura hipocresía. Sin restarle ni un poquito de responsabilidad al diario, nadie puede argumentar que fue obligado a ver las fotos: muchos de los que mostraron el pecho hinchado de furia habían volado un rato antes a Internet para encontrarlas (me incluyo). Jazmín de Grazia falleció el domingo, pero ayer volvió a morirse cuando "Crónica" publicó las fotos de su cadáver y cada vez que nosotros nos detuvimos a mirarlas.