26 Octubre 2012
Tensión y nerviosismo. Eso se percibió esta tarde en el edificio de la Dirección General de Rentas, en 24 de Septiembre 960, donde cinco empleados fueron despedidos. Alrededor de las 17, una cesanteada se subió a la terraza y a viva voz reclamó que el director del organismo, Pablo Clavarino, la recibiera. La situación generó un revuelo ya que la mujer hasta amenazó con arrojarse. Sin embargo, depuso su actitud tras ser persuadida por sus compañeros. Ante la consulta de LA GACETA, fuentes del organismo precisaron que la cesantía responde a que "terminó la necesidad de Rentas de contar con sus servicios". LA GACETA ©