De local sigue siendo el mismo

Ganar en casa es una odisea para Atlético desde 2011.

CON TODO. Pulga Rodríguez traba con furia aunque la de ayer no fue su tarde: el delantero no encontró a sus compañeros y la única chance clara que tuvo, Caffa se la mandó al córner con un atajadón. CON TODO. "Pulga" Rodríguez traba con furia aunque la de ayer no fue su tarde: el delantero no encontró a sus compañeros y la única chance clara que tuvo, Caffa se la mandó al córner con un atajadón.
¿Habrá sido completo el exorcismo ante Ferro? El servicio del que se autobenefició Atlético en el primer partido de local y que cortó una racha de seis meses sin triunfos en casa empieza a desnudar fallas. ¿Se habrán ido todos los demonios o quedaron algunos rondando con asuntos pendientes? Al parecer, siguen estando y perturban a más de uno.

Después de ese 3-0 inapelable, que además terminó siendo el único partido en el que no recibió goles a lo largo del torneo, cinco partidos en esa condición vinieron luego y sólo una victoria que estuvo a minutos de ser derrota. Al 2 a 1 a Merlo no se le puede quitar méritos pero hay que ser justos: lo consiguió en tiempo de descuento.

"¿Fantasmas? No, no creo", dice Deivis Barone, que no toma este empate de local como una derrota. "Lo importante también es no perder". Sin embargo, el punto que ganó en Parque Patricios ante Huracán cotizó de una manera el lunes pasado y de otra ayer. Sumar de a uno en el Monumental tiene eso: obliga a ganar afuera algo en lo que Atlético no es un experto (un triunfo en seis encuentros).

Antes de sacarse la mufa ante el "verdolaga", el actual equipo de Ricardo Rodríguez estuvo seis partidos sin conocer la victoria en la temporada pasada. En total, fueron cinco victorias en 19 partidos en esa condición y acoplando esta temporada, son sólo siete de 23 los triunfos en el Monumental.

"Todos los equipos vienen a meterse atrás", dice Líder Mármol. Es cierto, esa es la fórmula del equipo visitante promedio pero la falencia de Atlético es de las que duelen. Ante Gimnasia (J), Gimnasia de (LP) y Banfield, hizo lo más difícil: meter el primer gol. Romper el esquema inicial del rival para manejar los tiempos, pero nunca sirvió: con más o menos duración, el empate llegó y de vuelta a empezar. Santiago Ladino no le encuentra explicación. "No sé qué decirte". Aunque admite que esta vez las chances de gol no fueron tantas como cualquier partido de local. "Da bronca pero como dije, es un campeonato irregular", dijo "RR" sobre esta imposibilidad. "Por lo menos sumamos y perdió Jujuy", añadió, aunque ganó Merlo y dejó a Atlético como el cuarto peor promedio.

A esta altura, hablar de la influencia de la gente, positiva o negativa, suena ingenuo. "Siempre hubo presión para ganar aquí", dice César Montiglio, quien juega en Atlético desde hace ocho años.

Si hablamos de la positiva, todos los equipos están preparados para salir de casa y jugar con público insultando o tirando en contra. Y los que visitan a Atlético, mucho más.

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