El estadio, una joya en medio del desierto

RIAD, Arabia Saudita.- Los turistas, cuando lo descubren, quedan maravillados. El estadio King Fahd de la ciudad de Riad, que fue construido en 1987, se vistió de gala para recibir a la Selección cuando enfrente, dentro de unas horas a Arabia Saudita.

El escenario cuenta con una capacidad para 67.000 personas y está ubicado en las afueras de la capital de Arabia Saudita, lejos de viviendas y locales comerciales. Lleva el nombre del rey saudita Fahd bin Abdelaziz al-Saud, quien falleció en 2005, y su construcción demandó más 300 millones de dólares. Allí juegan de local equipos como Al-Hilal y Al-Shabab de la Liga de ese país.

Al arribar al lugar, luego del intenso tráfico de autos que es una característica común y que puede demandar más de una hora y media de viaje desde la zona céntrica, se observa una protección para las gradas en forma de sombrillas de verano gigantes, que otorgan una especie de techo para los espectadores.

Las ubicaciones del público están algo alejadas del campo de juego debido a un cilindro olímpico que lo rodea para la práctica de atletismo, y a un pasillo amplio por donde surgen los equipos para ingresar.

Además, cuenta con una cómoda sala de prensa, donde el entrenador Alejandro Sabella efectuó ayer declaraciones, que alberga a más de 100 periodistas sentados.

En el estadio King Fahd, que fue inaugurado en 1988, se organizaron ediciones de la Copa FIFA Confederaciones de los años 1992, 1995 y 1997. La Selección argentina participó en las dos primeras donde fue campeón y subcampeón, respectivamente.

A su vez, en 1989 se realizó la Copa Mundial Juvenil, que se disputó desde el 16 de febrero al 3 de marzo, y tuvo como participante al conjunto "albiceleste" que contó con la presencia de futbolistas como Diego Simeone, Roberto Bonano, Martín Ubaldi, Fernando Batista y Antonio Mohamed, dirigidos por Carlos Pachamé. (Télam)