15 Noviembre 2012

Marcelo Bátiz - Columnista de DyN

BUENOS AIRES.- Después de un 2012 lleno de amagues, la discusión para un eventual aumento del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias para los trabajadores en relación de dependencia quedó postergada para algún momento no definido del año que viene. Sin fecha ni montos precisos, el consuelo del sindicalismo oficialista fue un atajo de cortísimo plazo, tan corto que en enero pasará a ser historia. En las sinceras palabras de la propia presidenta Cristina Fernández, "unos pesos más", como resultado de la excepción por única vez de la segunda cuota del SAC (Aguinaldo) para el cálculo del tributo para aquellos que cobren hasta $ 25.000 al mes.

Pero a partir de enero, cuando todo vuelva a ser como antes del medio aguinaldo, son más las dudas que las certezas: para la actualización del mínimo no imponible, ¿se tomará en cuenta la inflación acumulada desde abril de 2011, cuando fue su última modificación? ¿El cálculo abarcará todo el ejercicio anual o, como se hizo en 2010, sólo el último semestre? ¿Estará en la mesa de negociaciones sólo la CGT y CTA oficialistas, como en la última convocatoria del Consejo del Salario? Del discurso presidencial no pueden extraerse señales claras. La jefa de Estado sostuvo que la discusión de los Mínimos no Imponibles también tiene que estar articulada con la política salarial, al cierre de un año en el que el Gobierno, precisamente, eludió ese debate y pidió a sindicalista reclamar con "sensatez".

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