29 Noviembre 2012
LA GACETA / HECTOR PERALTA
La esperanza de los pescadores de pejerreyes renacerá mañana. Finalmente, después de una larga espera, se levanta la veda de pesca en La Angostura, uno de los sitios más concurridos por los deportistas que buscan acción capturando las llamadas "flecha de plata".
Sin embargo no hay que ilusionarse mucho. Desde Flora y Fauna confirmaron que, si bien es cierto que el proceso de reproducción fue óptimo, la población ictícola no es de las mejores. El espejo de agua sigue en plena recuperación luego de que el nivel de agua del lago se redujera peligrosamente en 2012. Este año se sembraron 500.000 alevines para repuntar la especie del espejo ubicado en Tafí del Valle.
Al tratarse de las primeras jornadas habrá que recurrir con todo tipo de aparejos para probar y determinar cuáles son los más efectivos. Los chirimbolos -especiales para pescar cerca de las algas-, bajos y balancines para tirar a fondo o con boya serán elementos que no podrán faltar en las cajas. ¿Carnada? Mojarras vivas o fileteadas.
La Angostura es, por ahora, uno de los pocos sitios donde la pesca de pejerreyes está garantizada. Y por ese motivo, los deportistas tendrán que cuidarlo como si fuera un tesoro. ¿Cómo hacerlo? Respetando las normas vigentes de capturar 20 piezas por jornada y por persona; buscar otro escenario para realizar concursos u organizar la menor cantidad de competencias posibles; denunciar la pesca furtiva -ya se rumorea que los rederos incursionan por el espejo- y evitar pescar de noche.
La intención de preservar el espejo tiene su razón de ser. El Cadillal, a pesar del esfuerzo de las autoridades de Flora y Fauna, dejó de ser un lugar atractivo para atrapar "flechas de plata". En ello tiene mucho que ver la mano de los pescadores furtivos. Cada vez son más los testimonios de deportistas que observaron o fueron atacados por rederos que estaban aniquilando la especie, ya que los controles son inexistentes.
Además de los depredadores, un fenómeno natural también está complicado el panorama. En Escaba esperan lo peor por el bloom de algas que le quitan oxígeno a los peces, lo que termina matando a las especies ictícolas que habitan en ese lugar. Algo similar podría ocurrir en El Cadillal si no llueve pronto. Por eso, todos deben cuidar La Angostura.
Sin embargo no hay que ilusionarse mucho. Desde Flora y Fauna confirmaron que, si bien es cierto que el proceso de reproducción fue óptimo, la población ictícola no es de las mejores. El espejo de agua sigue en plena recuperación luego de que el nivel de agua del lago se redujera peligrosamente en 2012. Este año se sembraron 500.000 alevines para repuntar la especie del espejo ubicado en Tafí del Valle.
Al tratarse de las primeras jornadas habrá que recurrir con todo tipo de aparejos para probar y determinar cuáles son los más efectivos. Los chirimbolos -especiales para pescar cerca de las algas-, bajos y balancines para tirar a fondo o con boya serán elementos que no podrán faltar en las cajas. ¿Carnada? Mojarras vivas o fileteadas.
La Angostura es, por ahora, uno de los pocos sitios donde la pesca de pejerreyes está garantizada. Y por ese motivo, los deportistas tendrán que cuidarlo como si fuera un tesoro. ¿Cómo hacerlo? Respetando las normas vigentes de capturar 20 piezas por jornada y por persona; buscar otro escenario para realizar concursos u organizar la menor cantidad de competencias posibles; denunciar la pesca furtiva -ya se rumorea que los rederos incursionan por el espejo- y evitar pescar de noche.
La intención de preservar el espejo tiene su razón de ser. El Cadillal, a pesar del esfuerzo de las autoridades de Flora y Fauna, dejó de ser un lugar atractivo para atrapar "flechas de plata". En ello tiene mucho que ver la mano de los pescadores furtivos. Cada vez son más los testimonios de deportistas que observaron o fueron atacados por rederos que estaban aniquilando la especie, ya que los controles son inexistentes.
Además de los depredadores, un fenómeno natural también está complicado el panorama. En Escaba esperan lo peor por el bloom de algas que le quitan oxígeno a los peces, lo que termina matando a las especies ictícolas que habitan en ese lugar. Algo similar podría ocurrir en El Cadillal si no llueve pronto. Por eso, todos deben cuidar La Angostura.
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