Más de 34 años sin trenes ni vagones en la playa

La estación del ramal CC-12, más conocido por la linea El Provincial o del sur, sigue en pie pero sin playa de maniobras, báscula, ni vías accesorias.

INQUILINOS. La estación de Aguilares, fundada en septiembre de 1889, está ocupada hoy por el Radio Club Aguilares, una oficina turística y un kiosco. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL INQUILINOS. La estación de Aguilares, fundada en septiembre de 1889, está ocupada hoy por el Radio Club Aguilares, una oficina turística y un kiosco. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL
Allí está. Vetusta, con tres inquilinos, pero todavía en pie. Árboles frondosos reemplazaron a las vías de la playa de maniobras. Solo la paralela de rieles principal, en tramos cortados, es visible a los ojos de los vecinos nostálgicos o de los curiosos.

Allí está. En un predio rectangular delimitado por las calles La Madrid en lo que serían los fondos, 9 de Julio -el frente- y Carlos Pellegrini y Vélez Sarsfield -los pasos a nivel-. Esta última corta la playa que desemboca en la fábrica azucarera Aguilares.

Ausencias y presencias

Allí está. Un poco maltratada por las inclemencias climáticas y por el implacable transcurso del tiempo. También la piqueta y los que alguna vez se beneficiaron con sus servicios la depredaron despiadadamente y la despojaron de todo su esplendor.

La plataforma giratoria para dar vuelta las máquinas, las columnas de señales, la balanza y las pesadas palancas de cambios fueron algunos de los objetos que figuran en la nómina de desapariciones.

La estación Aguilares, ubicada en el sector noroeste de la ciudad de las avenidas, es otro predio en desuso y desocupado del populoso ramal CC-12 de la denominada línea del sur del Provincial. El emprendimiento ferroviario se inauguró el 28 de septiembre de 1889, por obra y gracia del Ferrocarril Noroeste Argentino, a 86 kilómetros al sur de San Miguel de Tucumán.

Inolvidable

"Era la época de Menem. No voy a olvidarme nunca de ese año. Un día vino un señor de Buenos Aires y nos sacó de la estación todos los boletos que teníamos para vender. Los llevó a la playa y los quemó a todos. Con otro compañero ferroviario nos mirábamos azorados a la vez que nos saltaban las lágrimas de impotencia". Don Jacinto Juárez, que el 26 de enero cumplirá 86 años, evocó con este recuerdo la privatización de los trenes de todo tipo en la década del 90.

"Ingresé al ferrocarril en 1945, en la estación Río Chico. Tuve la oportunidad de conocer el ingenio Santa Ana cuando era un emporio. En esa época ingresaban entre 150 y 200 vagones con caña. Ellos tenían máquinas propias. Nosotros pesábamos la carga en la estación. Se trabajaba toda la noche y de día aprovechaban para sacar los vagones vacíos. De Río Chico salía una vía a los Córdoba y otra al ingenio. De aquí de Aguilares salía otra vía que iba a los Sarmientos. En Concepción existía otro acceso hasta Los Medina. Todo ha desaparecido. No hay nada. La gente se llevó todo, las vías, los durmientes... todo. Y las estaciones grandes quedaron porque se concesionaron a las municipalidades", señaló don Jacinto.

Radioaficionado

El nostálgico ex ferroviaro es actualmente el presidente del Radio Club Aguilares (LU8KE), cuya sede se encuentra precisamente en una de las dependencias de la estación. "Cuando me casé en 1948 era telegrafista en La Madrid. Pero como había una vacante en Aguilares me trasladaron aquí. Después llegué a ser jefe de estación hasta que me jubilé", contó.

Los memoriosos de Aguilares, afirman que en la década del 50 corrieron los últimos trenes de palo o trenes marrones. Después aparecieron los coche motores. "Eran Ganz, húngaros creo. En eso solíamos ir y volver a la capital", recordó Daniel "Lito" Posse. Un lugar convocante

La estación de trenes era un lugar convocante, de encuentros, de citas entre enamorados, de transacciones comerciales, de venta de artesanías y productos regionales. "Viajaba mucha gente a los Sarmientos. Había cuatro servicios. También el que unía la capital con La Cocha, dos de ida y dos de vuelta", agregó Posse.

En los últimos tiempos los maquinistas que conducían trenes de hacienda con 10 o 15 vagones, paraban la formación en la estación que cumplían su horario y demoraban la carga. "Los animales se morían y todo comenzó a andar mal", contó don Juárez.

Era tan importante el movimiento de la estación Aguilares, que construyeron una pasarela para evitar el riesgo de accidentes para cruzar las calles. Hoy está en desuso y sin escalones.

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