LIMA.- El Rally Dakar, con fuerte presencia de competidores argentinos, entre ellos el tucumano Rodolfo Bollero, largará mañana desde Lima su quinta edición en suelo sudamericano y en su recorrido de 8.570 kilómetros atravesará el desierto peruano, cruzará a Chile, seguirá por Argentina y regresará al país trasandino para terminar el 20 de enero en Santiago.
Como ocurre desde 2009, cuando el rally recaló en estas tierras, este año llega con novedades respecto a la edición anterior, entre ellas, el nuevo escenario para la partida, privilegio que hasta ahora había tenido la Argentina.
Si bien, esta vez, no albergará la partida ni la llegada, Argentina será por primera vez escala del ansiado día descanso en Tucumán, el 13 de enero, jornada que llegará un día más tarde que los rallys anteriores.
La salida desde Perú imprime a la competencia un grado de mayor dificultad ya que los pilotos deberán enfrentar el desierto peruano desde el primer día.
En su recorrido norte-sur, el Dakar 2013 vivirá sus tramos más complicados a partir de la segunda etapa, en el trayecto Pisco-Pico, y “la tercera y cuarta ya plantearán grandes dificultades”, anticipó el propio director del rally, el francés Etienne Lavigne.
“No es como cuando comenzamos en la Patagonia o salimos desde Argentina, que la dificultad iba de menor a mayor: esta año es al revés”, reflexionó el cuatro veces campeón en motos, el galo Cyrill Despres (KTM).
Serán 459 pilotos los que estarán en la largada, verificaciones técnicas mediante, 77 de ellos argentinos, segunda nacionalidad con más representantes después de la francesa.
Con Marcos Patronelli a la cabeza, ganador en cuatriciclos en 2010, los representantes argentinos que vuelven a dar el presente después de un digno papel cumplido son Tomás Maffei, Lucas Bonetto y Daniel Mazzuco, todos ellos en quads.
En auto, los ojos están puestos en el medocino Lucio Alvarez (Toyota-Hilux), quien terminó quinto el año pasado en su segunda incursión en el Dakar; en el cuyano Orly Terranova (BMW-X.RAID Team); y en los aguerridos Emiliano Spataro (Renault) y Juan Manuel "Pato" Silva (Amarok), entre otros.
Sobre dos ruedas, la esperanza nacional recae en Javier Pizzolito, en esta edición en el equipo oficial Honda, que tras el buen comienzo del año pasado, terminó con una aparatosa caída en el desierto de Atacama.
Presencia tucumana
En motos también destaca Eduardo Alan, otro luchador incansable del Dakar que cumple su quinta participación este año, al igual que el tucumano Rodolfo Bollero, otro de los animadores, quien cumplió una buena actuación en su debut y abandonó en las dos últimas ediciones.
De estos gladiadores, que en su mayoría tienen como principal objetivo llegar a la meta después de 15 días de esfuerzo extremo, 189 integran la categoría motos, 40 la de cuatriciclos, 155 la de autos y 75 la de camiones.
"Yo quiero terminar. Esa es la prioridad. El plan es hacer una carrera
sin errores, pensante. De todos modos, iré viendo en el día a día qué va
pasando con los resultados, el físico y la moto", destacó Bollero en una charla con LA GACETA. Esta vez será el único tucumano y eso le suma una presión extra. "Sobre todo por la expectativa que mucha gente puso en mi
participación. A los tucumanos que me alientan y apoyan, les digo que se
queden tranquilos, porque pienso poner lo mejor de mí", resaltó el piloto tucumano.
En autos el gran candidato es el último ganador y 10 veces campeón del Dakar, el francés Stéphane Peterhansel, quien regresa con un MINI del equipo X-Raid, y sus compañeros de equipo, el catalán Nani Roma, Leonid Novitsky y Krzystof Holowczy.
El siempre histriónico norteamericano Robby Gordon con su Hummer es otro de los que tiene chances de pelear por la punta. Ya con el mal trago de la descalificación del año olvidada, el californiano llegó con sed de revancha.
El ganador del primer Dakar sudamericano, el sudafricano Giniel De Villiers, con una Toyota Hilux, es otro de los candidatos, mientras que el español Carlos Sainz, quien regresa después de un año sabático tras su marcha de Volkswagen, y su nuevamente compañero de equipo, el qatarí Nasser Al Attiyah prometen dar batalla con el Buggy.
El Dakar 2013 estrenará además un cambio de reglamentos en autos por el cual los motores serán estándares para todos y sólo podrán modificarse algunas piezas, aspecto que permite una “competencia más abierta”, según pilotos y organizadores.
En motos, hay una de cal y otra de arena, ya que las buenas noticias llegan por la presencia de Honda como equipo oficial pero la mala nueva es la baja del tres veces campeón del rally, el catalán Marc Coma (KTM) gran animador de la competencia.
Sin el español, el francés Despres (KTM), que el año pasado se adjudicó su cuarto Dakar, tiene el camino despejado aunque insiste en que “hay como 200 pilotos y todos con ganas de ganar”.
En cuatriciclos, una vez más el nombre del candidato pasa por el apellido Patronelli (Yamaha), aunque en este Dakar será sólo Marcos, el más chico de los hermanos, el que vaya en busca del triunfo, porque Alejandro, ganador de la últimas dos ediciones, no participará.
Con nueva fecha de largada, que no es su tradicional primero de año, cambios de reglamento para autos, una dificultad mayor desde el inicio y el debut de Lima en la partida y de Santiago en la llegada, el Dakar 2013 tendrá su ceremonia inaugural y primera etapa mañana cuando parta hacia Pisco.
El domingo los competidores deberán afrontar la primera prueba de fuego con el recorrido rulo Pisco-Pisco, el lunes, ya en la tercera etapa del rally y una de las más duras de la competencia, será el turno de Pisco-Nazca.
Para quienes hayan soportado los primeros embates del desierto llegará la cuarta etapa con Nazca-Arequipa, y al día siguiente pasarán a Chile para recalar en Arica, ya en el desierto de Atacama.
La sexta etapa llevará a los competidores a Arica-Calama, y al día siguiente cruzarán a la Argentina a través del Paso de Jama hasta llegar a Salta. Un día después el periplo los llevará a Tucumán, donde tras una ardua etapa estarán a horas del ansiado día de descanso.
La carrera seguirá el 14 con la novena etapa entre Tucumán y el norte de Córdoba, desde donde partirá al día siguiente hacia La Rioja.
En la etapa 11 los pilotos volverán a sentir el rigor del camino cuando se dirijan hacia la temible Fiambalá, experiencia que llegará al límite 24 horas después cuando deban cruzar hacia Chile por el Paso de San Francisco, a 4.900 metros de altura, y dirigirse a Copiapó.
Para los que queden en carrera, el recorrido de la etapa 13 será más grato ya que desde el desierto irán hacia La Serena y una parte de la especial bordea la costa del Pacífico.
Finalmente, el 19 de enero, aquellos que hayan soportado las inclemencias del clima, el cansancio físico extremo, conservado la concentración y cuidado sus máquinas habrán llegado a la meta en Santiago tras poco más de 8.500 kilómetros, con el mérito de haber terminado el rally más duro y difícil del mundo. (Télam y Especial)