17 Enero 2013
WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reveló ayer su plan para tratar de contener la "epidemia de violencia" provocada por la comercialización de armas en el país, que incluye renovar la prohibición de la venta de fusiles automáticos de asalto, y urgió al Congreso que haga su parte de inmediato, en un tema que -subrayó- no puede esperar.
"Si hay siquiera una cosa que podamos hacer para reducir esta violencia, si podemos salvar aunque sea una vida, entonces tenemos la obligación de intentarlo. Hemos sufrido demasiado dolor y nos preocupan demasiado nuestros hijos como para permitir que esto continúe", aseveró Obama, en la Casa Blanca. Sus propuestas constituyen el esfuerzo gubernamental más fuerte en años en este tema.
A la ceremonia asistieron padres de algunos de los 20 niños que fallecieron en la matanza junto a seis adultos, realizada a mediados de diciembre, en una escuela de primaria de Newtown, Connecticut. Esta masacre consternó de tal modo a la sociedad que, por primera vez en mucho tiempo, se ha abierto un resquicio a la posibilidad de hablar sobre un mayor control de armas (es un derecho consagrado en la Constitución). También estaban presentes niños de todo el país, que le escribieron cartas sobre la violencia y la seguridad escolar.
Medidas
Entre las medidas anunciadas, se destaca la demanda de Obama para que los parlamentarios actúen rápidamente no sólo para renovar la prohibición de armas de asalto que expiró en 2004, durante la gestión de George Bush (h), sino también para que amplíe la revisión de antecedentes de los compradores de un arma y para que se prohíban por ley la compra de cargadores de alta capacidad (de más de 10 proyectiles) para uso civil.
El mandatario firmó públicamente 23 órdenes ejecutivas (acciones presidenciales que no requieren la aprobación legislativa) para mejorar la implementación de leyes ya existentes y aumentar la seguridad en las calles, entre las que figuran la exigencia de comprobar antecedentes criminales para todas las ventas de armas y un aumento de la cobertura médica en salud mental.
Obama se enfrentará con los poderosos grupos de presión estadounidenses que defienden la tenencia irrestricta de armas (en especial la Asociación Nacional del Rifle -NRA-de amplio despliegue lobbysta en el Congreso), que se espera que se resistan a las medidas que ven como un atropello a sus derechos constitucionales. La NRA lo acusó de ser "sólo otro hipócrita elitista" en un aviso televisivo, por aceptar protección del Servicio Secreto para sus dos hijas, pero rechazar la presencia de guardias armados en todas las escuelas. (Télam-DPA-Reuters)
"Si hay siquiera una cosa que podamos hacer para reducir esta violencia, si podemos salvar aunque sea una vida, entonces tenemos la obligación de intentarlo. Hemos sufrido demasiado dolor y nos preocupan demasiado nuestros hijos como para permitir que esto continúe", aseveró Obama, en la Casa Blanca. Sus propuestas constituyen el esfuerzo gubernamental más fuerte en años en este tema.
A la ceremonia asistieron padres de algunos de los 20 niños que fallecieron en la matanza junto a seis adultos, realizada a mediados de diciembre, en una escuela de primaria de Newtown, Connecticut. Esta masacre consternó de tal modo a la sociedad que, por primera vez en mucho tiempo, se ha abierto un resquicio a la posibilidad de hablar sobre un mayor control de armas (es un derecho consagrado en la Constitución). También estaban presentes niños de todo el país, que le escribieron cartas sobre la violencia y la seguridad escolar.
Medidas
Entre las medidas anunciadas, se destaca la demanda de Obama para que los parlamentarios actúen rápidamente no sólo para renovar la prohibición de armas de asalto que expiró en 2004, durante la gestión de George Bush (h), sino también para que amplíe la revisión de antecedentes de los compradores de un arma y para que se prohíban por ley la compra de cargadores de alta capacidad (de más de 10 proyectiles) para uso civil.
El mandatario firmó públicamente 23 órdenes ejecutivas (acciones presidenciales que no requieren la aprobación legislativa) para mejorar la implementación de leyes ya existentes y aumentar la seguridad en las calles, entre las que figuran la exigencia de comprobar antecedentes criminales para todas las ventas de armas y un aumento de la cobertura médica en salud mental.
Obama se enfrentará con los poderosos grupos de presión estadounidenses que defienden la tenencia irrestricta de armas (en especial la Asociación Nacional del Rifle -NRA-de amplio despliegue lobbysta en el Congreso), que se espera que se resistan a las medidas que ven como un atropello a sus derechos constitucionales. La NRA lo acusó de ser "sólo otro hipócrita elitista" en un aviso televisivo, por aceptar protección del Servicio Secreto para sus dos hijas, pero rechazar la presencia de guardias armados en todas las escuelas. (Télam-DPA-Reuters)
Lo más popular