17 Enero 2013
BIEN. Almerares no puede romper el maleficio de anotar, pero supo bancarse a Eluchans y luego asistir a Montiglio en el 1-0. GENTILEZA DIARIO EL PAIS DE URUGUAY
MONTEVIDEO.- Salir del verticalismo que obliga una pretemporada recién terminada a veces cuesta, y complica cuando alguien, llámase el rival de cortesía de turno, apura de afuera. Atlético, este Atlético que viene de racha desde el cierre de 2012, mostró una versión para nada prematura y tosca de lo que "RR" quiere para el arranque de la B Nacional. Le puso buen ritmo a la tarde "Charrúa".
El "decano" plantó bandera en el Centenario y lo hizo con autoridad ante un rival de categoría superior como Rafaela. O sea, la Cenicienta dominó la estrategia, no se dejó pisotear y hasta pudo haber agrandado una cuenta que pareció demasiado angosta con el 1 a 0 final que iluminó el marcador en el teatro del fútbol uruguayo.
Hubo un antes, un pequeño susto al inicio del partido. Hubo un después, ahí nomás de la piedra que la "crema" intentó ponerle en el camino a los de 25 y Chile. Porque Atlético pareció no haberse ido nunca de vacaciones. La solidez mental de Diego Barrado fue clave a la hora de la distribución de la pelota. El 10 repartió, cuidó y hasta manejó el balón sin tenerlo pegada a la suela. Acomodó la estantería en ataque y colaboró en defensa. Fue uno de los nexos que necesita un equipo para hacer la diferencia. El otro fue Luis Rodríguez, el goleador que nunca deja de estar presente en el arco contrario. No marcó el simoqueño porque el travesaño devolvió un remate bombeado a distancia que terminó superando la humanidad del suplente arquero Conde y astillando el parante horizontal. Una lástima. Hubiese sido el 2 a 0.
Antes, cuando el complemento quería despertar, "Pulguita" entró en sintonía 100%. Recibió de Mármol y arrancó; gambeteó a uno, bailó en la corta distancia a otro, giró y sacó una pelota larga a la carrera de Almerares. Alguien intentó despejar el centro y terminó colaborando con "Fede", que protegió la bocha y cedió atrás para que César Montiglio acomodara de zurda el impacto que rompía el cero del encuentro. Remate bajo, con rosca; palo y adentró. De billar.
La sentencia no levantó el espíritu de Rafaela, un Rafaela desordenado y poco acertado. Grazzini no funcionó como Barrado. La "crema" se cortó. Atlético, en cambio, sintonizó su mejor señal y bailó con el éxito.
El "decano" plantó bandera en el Centenario y lo hizo con autoridad ante un rival de categoría superior como Rafaela. O sea, la Cenicienta dominó la estrategia, no se dejó pisotear y hasta pudo haber agrandado una cuenta que pareció demasiado angosta con el 1 a 0 final que iluminó el marcador en el teatro del fútbol uruguayo.
Hubo un antes, un pequeño susto al inicio del partido. Hubo un después, ahí nomás de la piedra que la "crema" intentó ponerle en el camino a los de 25 y Chile. Porque Atlético pareció no haberse ido nunca de vacaciones. La solidez mental de Diego Barrado fue clave a la hora de la distribución de la pelota. El 10 repartió, cuidó y hasta manejó el balón sin tenerlo pegada a la suela. Acomodó la estantería en ataque y colaboró en defensa. Fue uno de los nexos que necesita un equipo para hacer la diferencia. El otro fue Luis Rodríguez, el goleador que nunca deja de estar presente en el arco contrario. No marcó el simoqueño porque el travesaño devolvió un remate bombeado a distancia que terminó superando la humanidad del suplente arquero Conde y astillando el parante horizontal. Una lástima. Hubiese sido el 2 a 0.
Antes, cuando el complemento quería despertar, "Pulguita" entró en sintonía 100%. Recibió de Mármol y arrancó; gambeteó a uno, bailó en la corta distancia a otro, giró y sacó una pelota larga a la carrera de Almerares. Alguien intentó despejar el centro y terminó colaborando con "Fede", que protegió la bocha y cedió atrás para que César Montiglio acomodara de zurda el impacto que rompía el cero del encuentro. Remate bajo, con rosca; palo y adentró. De billar.
La sentencia no levantó el espíritu de Rafaela, un Rafaela desordenado y poco acertado. Grazzini no funcionó como Barrado. La "crema" se cortó. Atlético, en cambio, sintonizó su mejor señal y bailó con el éxito.
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