Timerman rechazó reunirse con malvinenses en Londres

El canciller argentino lamentó que su par inglés condicione el futuro del encuentro bilateral.

ENTRE DOS. El argentino desestimó la posibilidad de sumar las voces de los isleños en la discusión sobre la soberanía de Malvinas. TELAM / ARCHIVO ENTRE DOS. El argentino desestimó la posibilidad de sumar las voces de los isleños en la discusión sobre la soberanía de Malvinas. TELAM / ARCHIVO
31 Enero 2013
BUENOS AIRES.- El canciller argentino, Héctor Timerman, rechazó hoy la invitación de su par británico, William Hague, a una reunión en Londres con la presencia de una delegación de las islas Malvinas.

"Le he manifestado mi interés de mantener una reunión bilateral con usted durante mi próxima visita a Londres, en el entendido que usted es el responsable de la política exterior del Reino Unido. Lamento su carta de ayer en la que señala que no puede reunirse sin la supervisión de los colonos malvinenses", expresó Timerman en una carta dirigida a Hague, con copia al secretario general de las Naciones Unidas, Ban ki-Moon.

"Le reitero que es una pena que usted se niegue a una reunión bilateral", sostuvo el ministro de Relaciones Exteriores argentino.

El Foreign Office informó hoy en Londres que el ministro de Relaciones Exteriores británico recibirá la próxima semana a su par argentino en Londres para discutir el conflicto en torno a las islas Malvinas.

Las autoridades británicas no revelaron cuál será la fecha concreta del encuentro, pero indicaron que estará presente una delegación del gobierno isleño.

El Parlamento de las islas, de 5.000 habitantes, anunció que la delegación no quiere negociar con Timerman, aunque le quiere decir un par de "palabras muy directas".

Según le escribió Timerman a Hague, "su decisión seguramente perjudicará el interés argentino de trabajar con el Reino Unido en el G20, Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, temas de proliferación nuclear, tráfico de personas, drogas, lavado de dinero, inversiones, comercio, derechos humanos, y tantos otros en los que ambos países somos activos miembros de la comunidad internacional".

Timerman remarcó que "no puede ignorar que las Naciones Unidas, su Asamblea General y su Comité de Descolonización han resuelto que la Cuestión Malvinas es un conflicto de soberanía entre el Reino Unido y Argentina que debe resolverse mediante el diálogo entre ambos países".

"La comunidad internacional no acepta una tercera parte en esta disputa", subrayó el ministro, que reiteró que "Gran Bretaña insiste en desconocer más de 40 resoluciones en tal sentido".

Argentina reclama la soberanía de las islas Malvinas, ubicadas en el Atlántico Sur, a 400 kilómetros de sus costas, que están desde 1833 bajo dominio británico.

El canciller argentino le pidió a Hague que "no es necesario que siga intentando armar reuniones" durante su visita a Londres, a la vez que lo invitó a viajar a la Argentina para "mantener una reunión bilateral". También para "apreciar que nuestro país es una verdadera democracia donde mis colegas cancilleres se pueden reunir libremente con quien lo deseen sin que yo tenga que presionarlos o condicionar su presencia a reuniones que no me soliciten o no les interesen", añadió.

Argentina y el Reino Unido libraron una guerra en 1982 por las Malvinas, cuando el gobierno militar del país sudamericano lanzó una invasión al archipiélago para recuperarlo. El conflicto bélico dejó un saldo de 649 argentinos, 255 británicos y tres civiles isleños muertos.

El diferendo entre Buenos Aires y Londres escaló a principios de año luego de que la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, publicase en periódicos británicos un anuncio en el que instó al primer ministro David Cameron a "poner fin al colonialismo", renunciar a la soberanía de las Malvinas y entregarlas a la Argentina.

El gobierno británico respondió que no podrá haber negociaciones sobre la soberanía de las islas "a menos y hasta que sus habitantes lo deseen", de acuerdo con el principio de autodeterminación de la ONU. En marzo próximo, los habitantes votarán en un referéndum para decidir bajo qué marco político quieren vivir. (Dpa)

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