Persiguieron a un asaltante y recibieron una brutal golpiza

Dos hermanos denuncian que los atacaron al reclamar lo que les habían arrebatado. Uno de los jóvenes sufrió la fractura de la mandíbula, y al otro tuvieron que realizarle siete puntos en la cabeza

ATAQUE. ante la mirada de su hermano Darío, Exequiel Vizuara Ponce describe las patadas que recibió. LA GACETA / FOTO DE ENRIQUE GALINDEZ ATAQUE. ante la mirada de su hermano Darío, Exequiel Vizuara Ponce describe las patadas que recibió. LA GACETA / FOTO DE ENRIQUE GALINDEZ
02 Mayo 2013
Desde el suelo, Exequiel Vizuara Ponce vio a su hermano Darío inconsciente, con sangre en su boca. Sacó fuerzas y logró incorporarse, tras zafarse de las trompadas y patadas de sus agresores. Gritó para que los vecinos lo auxiliaran y llamaran a la Policía y a una ambulancia.

Los hermanos acababan de ser víctimas de un robo, y cuando siguieron al ladrón, recibieron una brutal golpiza por parte de quienes salieron de la casa en la que se había refugiado el malviviente. A Exequiel debieron realizarle siete puntos en la cabeza. Darío sufrió la fractura de la mandíbula y tendrán que operarlo.

Ayer a las 7.30, Darío y Exequiel estaban con dos amigas en la esquina del pasaje Houssay y el pasaje sin nombre que está ubicado detrás de un supermercado, a la altura de avenida Belgrano al 3.300. Una motocicleta pasó por el lugar, y el conductor los miró fijamente, según contaron los jóvenes.

Unos segundos más tarde regresó. Esta vez el conductor detuvo el rodado y se bajó con un arma en sus manos. "Creo que era una escopeta recortada. Me sacó el celular y la billetera, y cuando estaba por robarles a las chicas se acercó mi hermano, que estaba unos metros atrás. Entonces se fue", comentó Exequiel.

Los hermanos corrieron tras el ladrón, que salió por avenida Belgrano y dobló por Bulnes. "Le pedimos ayuda a un policía que estaba en una estación de servicios, pero se metió al baño y no salió más", relató Exequiel.

Los jóvenes habían divisado que la moto dobló por Chile hacia el Este. Corrieron hasta allí, y cuando llegaron a la esquina vieron al ladrón parado en la puerta de su casa. El asaltante -contaron las víctimas- se refugió en la vivienda.

"Empezamos a reclamar que nos devolvieran lo que nos habían robado. Salió una mujer y me dio el teléfono celular", dijo Exequiel. Los hermanos pidieron por la billetera, y el muchacho que les había robado salió con el arma en la mano. Lo acompañaba otro hombre.

Darío recibió una trompada en la cara que lo tumbó. Lo siguieron golpeando a patadas y con la culata del arma. El joven de 22 años no recuerda qué pasó después. Su hermano trató de defenderlo, pero también fue golpeado brutalmente.

Poca ayuda

Los vecinos ya habían salido a la vereda, tras escuchar los gritos de ayuda de los hermanos. "Un solo hombre se acercó a ayudarnos. Sabía de primeros auxilios y asistió a mi hermano", dijo Exequiel. Darío apenas podía relatar ayer lo sucedido, por la fractura que sufrió en la mandíbula.

"Todo por no tener balas", dijo el ladrón cuando se subió a la moto y se fue, según recordó Exequiel. Dos motoristas de la seccional 12ª llegaron al rato, y cuando el agresor se aproximó a la esquina, vecinos y víctimas lo señalaron. Los policías se fueron tras él. El muchacho dio la vuelta a la manzana, regresó y se metió de nuevo a la casa.

Los hermanos fueron llevados al hospital Padilla, donde estuvieron hasta la siesta. Luego fueron a la comisaría a realizar la denuncia. Fuentes policiales comentaron que se le tomó declaración a uno de los habitantes de la casa señalada por los hermanos, quien dijo que el supuesto ladrón es otra persona, que no vive allí. La fiscalía de Instrucción de la VIII Nominación, a cargo de Adriana Giannoni, ordenó el secuestro de una moto.

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