26 Mayo 2013
Competitividad: ¿Dónde estamos?
El campo dice, con cifras, que la Argentina ha dejado de ser el principal exportador de carnes del mundo. Los brasileños, a su vez, se presentan como el "granero del mundo", una marca que era el sello característico argentino. Al país, según los analistas, le falta aprovechar más sus recursos y alentar la productividad
Los industriales afirman que la Argentina tiene problemas de competitividad y que lo más grave de esta situación es que es interno, debido a la falta de inversiones. Esto lo ha enfatizado Héctor Méndez, al asumir -por tercera vez- como presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA). Los hombres del campo señalan, a su vez, que aquella pérdida de competitividad y los mayores costos han llevado al Gobierno a instrumentar la peor política agropecuaria, según denunció el presidente de la Federación Agraria Argentina, Eduardo Buzzi.La presidenta, Cristina Fernández, sin embargo, niega tal situación. Y reclama a los distintos sectores económicos que mantengan la competitividad.
Lo malo de esta situación es que Brasil le está quitando una marca emblemática a la Argentina, como granero del mundo (con inclusión social, afirman) y que el país dejó de ser uno de los principales exportadores de carne del mundo.
La semilla de la competitividad es la productividad. Esta define los niveles de salario y las ganancias sobre el capital invertido, dos condiciones esenciales para el funcionamiento de la economía, puntualizó el economista y consultor Eduardo Robinson.
¿De qué depende?: de las innovaciones aplicadas, las inversiones en maquinaria, equipo, la disponibilidad de recursos, la estabilidad macroeconómica, la visión de largo plazo, de la capacidad organizativa o para obtener resultados, la capacitación de las personas y el nivel salarial promedio del país. Otro factor importante, al considerar la competitividad entre países, es el tipo de cambio real neto de aranceles y cuotas. Si se deja caer el tipo de cambio real, ya sea por una caída nominal como ocurrió en Brasil hasta hace pocos meses atrás, o por no seguir el ritmo de la inflación, lo que lleva a un aumento de costos en moneda extranjera, como ahora ocurre en Argentina, también se pierde aunque las industrias o sectores sean muy productivos.
La Argentina puede constituirse en un país competitivo, que ocupe a toda la población productivamente, dice el analista. Pero para que ese proceso sea posible se requiere, indefectiblemente, una estrategia consistente de país de largo plazo.
El desafío -entonces- sigue siendo el diseño y la implementación de una macroeconomía que lleve al desarrollo mediante la competitividad. En ese camino debe montarse el Gobierno con el fin de despejar los nubarrones que sobrevuelan el rumbo económico del país.
El eslogan perdido
"El granero del mundo"
"Brasil, granero del mundo (con inclusión social)". Ese es el eslogan que utilizan los productores del vecino país para presentarse en sociedad. Y hasta lo hicieron en la Argentina, otrora país que ostentaba aquella marca registrada. Los expertos consideran que este cambio de paradigma no sólo está relacionado con cuestiones netamente de producción, sino también con las condiciones políticas para expandir las actividades.
Más productividad
Mejora en procesos empresariales
Se necesita aumentar la eficiencia de procesos preexistentes sin necesidad de sustituirlos por otros. Esto sucede cuando se reducen tiempos muertos, se eliminan cuellos de botella o saltos cualitativos hacia procesos superiores (en equipos y métodos más sofisticados). Las mejoras cualitativas en los procesos productivos pueden provocar aumentos sostenidos en la productividad del capital empleado en ellos.
Fuerza laboral
Mejorar su productividad
Una alta productividad de los trabajadores requiere de mejoras en todo el ciclo educativo que va desde la educación básica hasta la capacitación laboral y la formación técnica y profesional. Requiere también de mejores servicios de salud básica. Entre sus condiciones están la de contar con una eficaz y eficiente capacidad gerencial e impulsar permanentes mejoras tecnológicas.
Costos innecesarios
Reducirlos a su mínima expresión
Las empresas enfrentan mayores costos (en algunos casos ocultos) administrativos, financieros y de logística, que no contribuyen a aumentar el valor de sus productos. Los de logística pueden ser más altos que los necesarios debido a sistemas de transporte poco eficientes y falta de infraestructura. Los administrativos pueden ser a causa de regulaciones gubernamentales y logísticas o pérdida de tiempo.
Precios unitarios
La clave pasa por elevarlos
Esto depende de mejorar la calidad, confiabilidad, funciones y servicios. También de cambiar la mezcla de productos hacia variedades más avanzadas. Los precios más altos elevan la ganancia por hora del trabajo, la cual soporta los aumentos de salarios y utilidades. La capacidad para exportar a altos precios unitarios mejora los términos de intercambio, sustenta una divisa fuerte y reduce el costo de insumos importados.
Lo malo de esta situación es que Brasil le está quitando una marca emblemática a la Argentina, como granero del mundo (con inclusión social, afirman) y que el país dejó de ser uno de los principales exportadores de carne del mundo.
La semilla de la competitividad es la productividad. Esta define los niveles de salario y las ganancias sobre el capital invertido, dos condiciones esenciales para el funcionamiento de la economía, puntualizó el economista y consultor Eduardo Robinson.
¿De qué depende?: de las innovaciones aplicadas, las inversiones en maquinaria, equipo, la disponibilidad de recursos, la estabilidad macroeconómica, la visión de largo plazo, de la capacidad organizativa o para obtener resultados, la capacitación de las personas y el nivel salarial promedio del país. Otro factor importante, al considerar la competitividad entre países, es el tipo de cambio real neto de aranceles y cuotas. Si se deja caer el tipo de cambio real, ya sea por una caída nominal como ocurrió en Brasil hasta hace pocos meses atrás, o por no seguir el ritmo de la inflación, lo que lleva a un aumento de costos en moneda extranjera, como ahora ocurre en Argentina, también se pierde aunque las industrias o sectores sean muy productivos.
La Argentina puede constituirse en un país competitivo, que ocupe a toda la población productivamente, dice el analista. Pero para que ese proceso sea posible se requiere, indefectiblemente, una estrategia consistente de país de largo plazo.
El desafío -entonces- sigue siendo el diseño y la implementación de una macroeconomía que lleve al desarrollo mediante la competitividad. En ese camino debe montarse el Gobierno con el fin de despejar los nubarrones que sobrevuelan el rumbo económico del país.
El eslogan perdido
"El granero del mundo"
"Brasil, granero del mundo (con inclusión social)". Ese es el eslogan que utilizan los productores del vecino país para presentarse en sociedad. Y hasta lo hicieron en la Argentina, otrora país que ostentaba aquella marca registrada. Los expertos consideran que este cambio de paradigma no sólo está relacionado con cuestiones netamente de producción, sino también con las condiciones políticas para expandir las actividades.
Más productividad
Mejora en procesos empresariales
Se necesita aumentar la eficiencia de procesos preexistentes sin necesidad de sustituirlos por otros. Esto sucede cuando se reducen tiempos muertos, se eliminan cuellos de botella o saltos cualitativos hacia procesos superiores (en equipos y métodos más sofisticados). Las mejoras cualitativas en los procesos productivos pueden provocar aumentos sostenidos en la productividad del capital empleado en ellos.
Fuerza laboral
Mejorar su productividad
Una alta productividad de los trabajadores requiere de mejoras en todo el ciclo educativo que va desde la educación básica hasta la capacitación laboral y la formación técnica y profesional. Requiere también de mejores servicios de salud básica. Entre sus condiciones están la de contar con una eficaz y eficiente capacidad gerencial e impulsar permanentes mejoras tecnológicas.
Costos innecesarios
Reducirlos a su mínima expresión
Las empresas enfrentan mayores costos (en algunos casos ocultos) administrativos, financieros y de logística, que no contribuyen a aumentar el valor de sus productos. Los de logística pueden ser más altos que los necesarios debido a sistemas de transporte poco eficientes y falta de infraestructura. Los administrativos pueden ser a causa de regulaciones gubernamentales y logísticas o pérdida de tiempo.
Precios unitarios
La clave pasa por elevarlos
Esto depende de mejorar la calidad, confiabilidad, funciones y servicios. También de cambiar la mezcla de productos hacia variedades más avanzadas. Los precios más altos elevan la ganancia por hora del trabajo, la cual soporta los aumentos de salarios y utilidades. La capacidad para exportar a altos precios unitarios mejora los términos de intercambio, sustenta una divisa fuerte y reduce el costo de insumos importados.