Una escritora que abrió caminos

25 Mayo 2013

María Teresa Andruetto - Escritora - Premio Hans Christian Andersen 2012

No la conocí personalmente a Elsa Bornemann. Comenzó a publicar en los años setenta; pertenecía (aunque hoy me sorprendo viendo que tenía apenas dos años más que yo) a la generación anterior a la mía, generación que (con Gustavo Roldán, Laura Devetach, Graciela Montes y otros muchos) a comienzos de los años ochenta produjo lo que se podría considerar como el nacimiento de este campo literario específico, tal como hoy lo entendemos. Cuando empecé a trabajar en esto y mucho antes de comenzar a publicar, ella ya se había apartado radicalmente de toda actividad pública; sin embargo sus libros se siguieron reeditando y siguió teniendo muchos lectores. Es una escritora que inauguró muchas cosas, particularmente en los modos de circulación de los libros infantiles (su "Socorro" abrió "la moda de los cuentos de terror"; sus "Cuentos para chicos enamorados" abrió otra línea de publicaciones también en fuerte consonancia con el lector, por lo que cuando los libros infantiles eran todavía en cierto modo marginales, ella sufrió por esa fuerte conexión con los lectores, muchos cuestionamientos. En cuanto a su obra en sí misma, si bien hay libros suyos que han quedado tal vez fuera de época, mi condición de lectora (lectora yo misma, madre que leyó esos libros a sus hijas y maestra que enseñó a leer a alumnos), tengo en mi corazón sobre todo "Un elefante ocupa mucho espacio", con sus personajes a contracorriente, defensores de libertad (lo que le valió la prohibición del libro durante la dictadura) y muy especialmente un cuento, "Las mil grullas", que todavía no puedo releer sin conmoverme, una historia de amor en torno a las secuelas de la bomba de Hiroshima.

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