09 Julio 2013
LA GACETA / ANALIA JARAMILLO VIA MOVIL
La inclusión y la erradicación de la pobreza fueron algunos de los ejes de la homilía que leyó el arzobispo de Tucumán, Alfredo Horacio Zecca, en el Tedéum que se celebró esta mañana, en la Catedral, para conmemorar el 197° aniversario de la Declaración de la Independencia.
"El 9 de julio de 1816, una treintena de congresistas -entre ellos numerosos sacerdotes- reunidos en la Ciudad de San Miguel de Tucumán, en representación de las Provincias Unidas en Sud América, invocaron al 'Eterno que preside el universo”, en nombre y por la autoridad de los pueblos que representaban, y proclamaron ser “una nación libre e independiente” “con amplio y pleno poder para darse las formas que exija la justicia”, “bajo el seguro y garantía de sus vidas, haberes y fama”, dijo.
"Estas breves frases, extraídas del Acta de la Independencia nacional, pueden servirnos hoy de alguna manera como eje para una profunda revisión de nuestra identidad como Nación", añadió.
También recordó una declaración de los obispos en una asamblea plenaria, en 2008: “Con vistas al Bicentena-rio 2010-2016, creemos que existe la capacidad para proyectar, como prioridad nacional, la erradicación de la pobreza y el desarrollo integral de todos. Anhelamos celebrar un Bicentenario con justicia e inclusión social”.
Zecca abogó para que los intereses particulares "no primen sobre el bien común, ni el afán de dominio de personas o poderes pretenda imponerse por encima del diálogo y de la justicia, porque, entonces, se menoscaba la dignidad de las personas y crece la pobreza en sus diversas manifestaciones.
"El 9 de julio de 1816, una treintena de congresistas -entre ellos numerosos sacerdotes- reunidos en la Ciudad de San Miguel de Tucumán, en representación de las Provincias Unidas en Sud América, invocaron al 'Eterno que preside el universo”, en nombre y por la autoridad de los pueblos que representaban, y proclamaron ser “una nación libre e independiente” “con amplio y pleno poder para darse las formas que exija la justicia”, “bajo el seguro y garantía de sus vidas, haberes y fama”, dijo.
"Estas breves frases, extraídas del Acta de la Independencia nacional, pueden servirnos hoy de alguna manera como eje para una profunda revisión de nuestra identidad como Nación", añadió.
También recordó una declaración de los obispos en una asamblea plenaria, en 2008: “Con vistas al Bicentena-rio 2010-2016, creemos que existe la capacidad para proyectar, como prioridad nacional, la erradicación de la pobreza y el desarrollo integral de todos. Anhelamos celebrar un Bicentenario con justicia e inclusión social”.
Zecca abogó para que los intereses particulares "no primen sobre el bien común, ni el afán de dominio de personas o poderes pretenda imponerse por encima del diálogo y de la justicia, porque, entonces, se menoscaba la dignidad de las personas y crece la pobreza en sus diversas manifestaciones.
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José Alperovich
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