Por el caso del pedido de coima, desplazan a seis jefes por la "corrupción policial"

El comisario Ferreira fue apartado de la Regional Norte y pasó a la Dirección General de Bomberos; otros 10 policías siguen detenidos. Entregaron a la fiscalía los libros de las guardias de las Regionales. El agricultor de Chaco al que intentaron sobornar volverá para una rueda de reconocimiento

DECISIÓN. El jefe de Policía, Jorge Racedo, firmó las modificaciones, mientras en tribunales el fiscal Navarro Dávila prepara una rueda de reconocimiento. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARáOZ DECISIÓN. El jefe de Policía, Jorge Racedo, firmó las modificaciones, mientras en tribunales el fiscal Navarro Dávila prepara una rueda de reconocimiento. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARáOZ
02 Agosto 2013
Oficialmente, los cambios obedecieron a "una reestructuración permanente de la fuerza policial para dotarla de mayor eficacia". Sin embargo, el trasfondo fue el conflicto desatado tras la detención del personal de la Brigada de Investigaciones Norte por un pedido de coima de $ 30.000 a un chaqueño que llegó a Tucumán con su hija y un amigo.

El subjefe de Policía, Víctor Sánchez, anunció ayer que el comisario Raúl Ferreira dejó de ser el jefe de la Regional Norte para asumir como director General del departamento Bomberos. En su lugar quedó interinamente Mario Rojas, quien se desempeñaba como segundo jefe.

Los cambios ocurrieron unas horas después de que el fiscal de Instrucción de la V° Nominación, Washington Navarro Dávila, ordenara que le entregaran los libros de guardia de las regionales Norte y Este, según fuentes policiales, en el marco de la investigación por la privación ilegítima de la libertad contra Juan José Vallejos, de su hija y de un amigo, ocurrida la madrugada del 25 de julio.

Reproches

Cuando ocurrió el hecho, el comisario Ferreira dijo que se encontraba fuera de la provincia con su familia. En tanto que Rojas, segundo jefe de la Regional Norte, fue quien tuvo que poner la cara ante el jefe de Policía, Jorge Racedo, y ante el fiscal en medio del escándalo. Varios policías afirmaron a LA GACETA que no fue fácil para Rojas tener que detener a los policías que dependían de él, y fue uno de los reclamos que habría realizado a Ferreira.

Sucede que Jorge Pereyra, quien estaba a cargo de la Brigada de Investigaciones Norte y que se encuentra detenido en el penal de Villa Urquiza, era considerado un hombre de confianza para Ferreira. Cuando este cumplía funciones como jefe de la Regional Oeste, Pereyra fue titular de la comisaría de Lules.

Ferreira fue trasladado en febrero a la Regional Capital y trajo a Pereyra consigo, ubicándolo como jefe de la seccional 1ª. Tras los reiterados robos que hubo en Tafí Viejo, el primero pasó a la Regional Norte y Pereyra fue designado como jefe de la Brigada de Investigaciones de esa jurisdicción.

El subjefe de Policía justificó los cambios de ayer en las necesidades operativas de la fuerza. Sánchez comentó que el comisario Néstor Osores, que era el director de Bomberos, ahora es subdirector. Por su parte, Luis Mansilla fue designado como segundo jefe interino de la Regional Norte.

El comisario Francisco Picón es el nuevo jefe de la Brigada de Investigaciones Norte, lo que obligó a designar a José Miraglia como jefe de Zona I de la Regional Sur (donde estaba Picón) y a Miguel Coronel como segundo jefe de la Guardia Urbana (en reemplazo de Miraglia).

En la fiscalía a cargo de Navarro Dávila dijeron ayer que no se puede brindar información sobre la marcha de la investigación contra los 10 policías de la Brigada Norte, porque la causa se encuentra bajo secreto de sumario.

Sin embargo, fuentes policiales confirmaron que fueron entregados los libros de guardia de las Regionales Norte y Este. En jurisdicción de esta última habría ocurrido el supuesto control vehicular en el que fue detenido Vallejos antes de trasladarlo a la sede de la Brigada, en Yerba Buena.

El lunes, a las 8, se realizarán en los tribunales los reconocimientos en rueda de personas de los 10 policías que quedaron detenidos. Vallejos, ciudadano chaqueño, deberá volver a Tucumán, y la medida será clave para avanzar en la acusación contra los efectivos.

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