17 Agosto 2013
¿JUEGA? Lionel Messi se recuperó de los problemas físicos.
Desde mañana dirigirá a Barcelona buscando un nuevo título en la Liga española y recuperar la corona europea, pero el gran salto profesional de Gerardo Martino esconde también una serie de peligros. El DT dice confiar al 100 % en sus jugadores. "Creo que los entrenamientos, si son aprovechados, con esta categoría de futbolistas, las respuestas tardan muy poco en llegar", reconoció.
Y mejor que así sea, porque la del ex entrenador de Newell's es una riesgosa carrera contra el tiempo. A sus 50 años,no tuvo tiempo de disfrutar el salto gigante: llegó a un equipo ya armado, con el fichaje estrella hecho, un hueco en la defensa que inquieta y multitud de compromisos comerciales y políticos que derivaron en una gira por Cercano Oriente y Asia.
Al volver de Malasia, Martino se encontró con que otra vez le faltaban jugadores, reclamados por sus respectivas selecciones. Recién ayer pudo entrenar a pleno con todos de cara al inicio de la Liga. Es un riesgo que el asume gustoso porque que está ante una oportunidad única.
Única, porque hay que remontarse a César Luis Menotti para encontrar, 30 años atrás, al último argentino dirigiendo al Barcelona. Única, también, porque el último argentino que dirigió a uno de los grandes del fútbol español fue Jorge Valdano, al frente del Real Madrid entre 1994 y 1996.
La pregunta acerca de cómo se relacionarán Lionel Messi y Neymar es legítima. El mejor del mundo, en mayor o menor medida, neutraliza a sus compañeros de delantera. Sucedió con Zlatan Ibrahimovic, pero también con Samuel Eto'o o David Villa.
Neymar insistió que llegó para aprender de Messi. Sabe que el ídolo es intocable, y que si quiere ser figura, tendrá que ser junto a él, nunca contra él.
Más complejo es el tema del defensa central que el Barcelona sabe desde hace más de un año que necesita, pero sigue sin atar. Capitán y hombre clave en el mejor Barcelona, Carles Puyol juega sin embargo cada vez menos y viene de una operación. El argentino Javier Mascherano, íntimo de Messi, no deja de ser una improvisación en la defensa.
Otro aspecto complejo para Martino es el de la conformación del "staff" técnico, exageradamente amplio, porque se trajo a dos estrechos colaboradores, pero se encontró también con aquellos que trabajaban con Tito Vilanova, el DT que debió dejar su cargo para luchar contra el cáncer. Diplomático y sutil, Martino combinó inteligencia y corazón para que el ambiente, que podría haber sido tenso se relajara.
La última duda pasa por Messi. Tras una primera intervención en la que dijo estar "seguro" de que el astro argentino y su padre habían tenido que ver con su fichaje, Martino dio marcha atrás, pero así y todo no podrá evitar que se siga con microscopio la relación de ambos. Y, tarde o temprano, el técnico tendrá que tomar decisiones con las que su estrella no necesariamente coincidirá.
¿Piensa dosificar a Messi, que llegó hundido al final de la temporada 2012/2013 tras jugar prácticamente todos los partidos en los meses previos?
Martino sabe que Messi tiene entre ceja y ceja el título mundial con Argentina en Brasil. Sus compatriotas podrían ver con malos ojos que les entregue agotado al "10" para la cita de junio de 2014. Lo sabe, pero Martino esconde la pelota: "Es muy difícil responder en este momento. Son situaciones que se van viendo con el transcurso del año", concluyó.
Y mejor que así sea, porque la del ex entrenador de Newell's es una riesgosa carrera contra el tiempo. A sus 50 años,no tuvo tiempo de disfrutar el salto gigante: llegó a un equipo ya armado, con el fichaje estrella hecho, un hueco en la defensa que inquieta y multitud de compromisos comerciales y políticos que derivaron en una gira por Cercano Oriente y Asia.
Al volver de Malasia, Martino se encontró con que otra vez le faltaban jugadores, reclamados por sus respectivas selecciones. Recién ayer pudo entrenar a pleno con todos de cara al inicio de la Liga. Es un riesgo que el asume gustoso porque que está ante una oportunidad única.
Única, porque hay que remontarse a César Luis Menotti para encontrar, 30 años atrás, al último argentino dirigiendo al Barcelona. Única, también, porque el último argentino que dirigió a uno de los grandes del fútbol español fue Jorge Valdano, al frente del Real Madrid entre 1994 y 1996.
La pregunta acerca de cómo se relacionarán Lionel Messi y Neymar es legítima. El mejor del mundo, en mayor o menor medida, neutraliza a sus compañeros de delantera. Sucedió con Zlatan Ibrahimovic, pero también con Samuel Eto'o o David Villa.
Neymar insistió que llegó para aprender de Messi. Sabe que el ídolo es intocable, y que si quiere ser figura, tendrá que ser junto a él, nunca contra él.
Más complejo es el tema del defensa central que el Barcelona sabe desde hace más de un año que necesita, pero sigue sin atar. Capitán y hombre clave en el mejor Barcelona, Carles Puyol juega sin embargo cada vez menos y viene de una operación. El argentino Javier Mascherano, íntimo de Messi, no deja de ser una improvisación en la defensa.
Otro aspecto complejo para Martino es el de la conformación del "staff" técnico, exageradamente amplio, porque se trajo a dos estrechos colaboradores, pero se encontró también con aquellos que trabajaban con Tito Vilanova, el DT que debió dejar su cargo para luchar contra el cáncer. Diplomático y sutil, Martino combinó inteligencia y corazón para que el ambiente, que podría haber sido tenso se relajara.
La última duda pasa por Messi. Tras una primera intervención en la que dijo estar "seguro" de que el astro argentino y su padre habían tenido que ver con su fichaje, Martino dio marcha atrás, pero así y todo no podrá evitar que se siga con microscopio la relación de ambos. Y, tarde o temprano, el técnico tendrá que tomar decisiones con las que su estrella no necesariamente coincidirá.
¿Piensa dosificar a Messi, que llegó hundido al final de la temporada 2012/2013 tras jugar prácticamente todos los partidos en los meses previos?
Martino sabe que Messi tiene entre ceja y ceja el título mundial con Argentina en Brasil. Sus compatriotas podrían ver con malos ojos que les entregue agotado al "10" para la cita de junio de 2014. Lo sabe, pero Martino esconde la pelota: "Es muy difícil responder en este momento. Son situaciones que se van viendo con el transcurso del año", concluyó.