Belleza y mugre, oscuridad y luz

"FLOR DE BARRO" | Yamila Asero

¡Amor, la flor se ha vuelto a abrir y hay gusto a soledad, quedémonos aquí! Nuestro cansancio es un poema sin final que aquí podemos terminar...

La voz lanza una súplica. Imperativamente agónica. Dramática. Esperanzada. Yamila Asero envuelve con sentimiento los versos de Homero Expósito y la música de Héctor Stamponi.

Nacida en Buenos Aires, la intérprete llegó al tango luego de circular por el rock, el funky, el soul y el pop. Estudió luego en el conservatorio de la Academia Nacional del Tango, género al que se dedica en los últimos años. En 2010 fue distinguida por el gobierno porteño con el premio Hugo del Carril a la mejor voz femenina de tango, y ese mismo año, fue ganadora en el rubro "voz femenina" en el Festival Nacional de Tango de Junín.

En "Flor de barro", aborda algunos clásicos como "Soledad", "Che bandoneón", "Quedémonos aquí" o "Siempre se vuelve a Buenos Aires", y otras piezas menos conocidas de autores contemporáneos, como Carmen Guzmán ("Milonga por tantas cosas"), Gabriel Lagos ("Detrás de la tristeza") y Raimundo Rosales ("Último tango"); incluye una interesante versión tanguera de "Giros", de Fito Páez.

Docente, su formación en canto, danza, teatro, comedia musical, armonía, piano y composición se nota en su sólida técnica vocal y su interpretación melodiosa, cálida, dramática. "Así soy yo, Flor de barro, belleza y mugre, oscuridad y luz, como vos, como muchos, como el tango", escribe Yamila, una de las jóvenes rosas que aroman el dos por cuatro.

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