Natty Combo, de la promiscuidad a un matrimonio maduro con el reggae

Antes de que el saxofonista Sergio Colombo se casara con el Natty Combo, el grupo del que hoy es voz y líder, había sido el fiel amante de una docena de bandas. O de más, tal vez, porque hasta él dice haber perdido la cuenta. Fueron jornadas ajetreadas en las que Colombo se demostraba capaz de prestarle su saxofón a cinco grupos por noche: salía de un escenario de rock y se metía en otro de reggae; acompañaba a un grupo de ska y luego se escabullía en uno de punk. Así llegó a tocar con Attaque 77, 2 minutos, Kapanga, Callejeros, Alika, Riddim, La Celestina y Molotov, por nombrar sólo algunos.

La promiscuidad musical le duró hasta 2003, cuando el músico se decidió a erigir su propio proyecto, el Natty Combo, banda que llegará este fin de semana a Tucumán para tocar dos noches consecutivas. Los shows prometen mucha polenta, no sólo porque el grupo de reggae encuentra en sus siete discos repertorio de sobra para repasar sino también porque será el último que Colombo dará antes de internarse en los ensayos para el recital que darán en Mendoza Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, la banda del Indio Solari. Con ella el saxofonista toca hace cuatro años y, por supuesto, no hay proyecto propio que valga a la hora de aceptar la invitación de una leyenda viva del rock.

- ¿Extrañas eso de tocar en varios grupos al mismo tiempo?

- Pero mirá que lo siga haciendo, ¿eh? Toco con el Indio, si bien él no hace muchos shows al año… Pasa que el Natty Combo me lleva mucho tiempo y además estoy grande para hacer eso. Antes, cuando era más chico, corría para todos lados. Ahora estoy más grande, con hijos y todo, no tengo tantas ganas. Con Damas Gratis hice shows en el teatro, con Nonpalidece me voy de gira algunas veces, pero no es la vorágine de antes. Entre el Natty Combo y Los Fundamentalistas más o menos estoy cubierto, ya tengo mucha responsabilidad.

- ¿De cada banda se aprende algo?

- Sin duda, uno nunca deja de aprender. Y no sólo de las bandas grandes, también aprendo cuando produzco a una de ellas o cuando me llaman las under, y me copo y voy. Hay grupos que no tienen ni disco, son pibes que recién empiezan a tocar, y me enseñaron mucho no sólo de música, sino también de la vida, porque te acordás de cómo te costaron las cosas al principio.

- ¿Te gusta escuchar bandas jóvenes?

- Tengo mis momentos. Ahora, por el tema del Indio, escucho rock. Afrontar un show con un artista de la magnitud de él requiere mi concentración y por eso me preocupo por ensayar los temas nuevos. También estoy con el jazz. Hay otros momentos en que escucho reggae mañana, tarde y noche.

- ¿Cómo fue el primer contacto con el Indio Solari? ¿Qué te generó?

- Me llamaron para ensayar y apareció él, muy amable. No me temblaban las piernas, pero él tiene una personalidad… Cuando entró es como que se iluminó el cuarto, tiene un aura muy especial. Me miró y me dijo: "¿Vos sos el saxofonista nuevo? Espero que te sientas cómodo". Y se fue. Y el primer show con él fue espectacular. Mirá que había tocado ya para mucha gente, pero el público de Los Redondos es especial. Si hay 50.000 personas, 49.000 están saltando, cantando, levantando las manos. Se mueve todo el piso y te da una cosita, tenés que aguantártelo. Tengo años de tocar, pero nada es lo mismo, te asustás un poco.

- ¿Él habla de eso?

- No mucho, hablamos más de lo musical. Nunca lo molesto, a esa gente es mejor no molestarla porque siempre todo el mundo le habla, le pregunta boludeces. A veces es por cariño, pero igual le rompés las bolas.

- Alguna vez dijiste "la gente debería escuchar más reggae", ¿por qué?

- Es una música que hace bien al corazón. Es linda, agradable, la puede escuchar un nene de dos años y tu abuela de 90 porque no molesta, te transmite cosas hermosas y positivas. Siempre habla de amor, religión o cosas sociales, es como un mantra. Cuando yo la escuché por primera vez tenía 14 o 15 años y me di cuenta de que ya no quería escuchar nada más. Después se me fue un poquito eso, pero en ese momento estaba desesperado. En una época en que no había internet ni nada de eso, teníamos que salir a buscar a algún colega que comparta tu estilo musical y te pase algún disco que se haya traído o grabado. También los manteros nos vendían cassettes grabados. De verdad que te cambia la vida.

ACTÚA HOY Y MAÑANA

• A partir de las 23 en Robert Nesta (San Martín 1.129).