26 Agosto 2013
DESPLIEGUE POLICIAL. La Digedrop y el Grupo CERO irrumpió en la casa de "La Alejandra", en Balcarce 2.300. GENTILEZA DIGEDROP
La conocen como "Caperucita", pero no pertenece a ningún cuento de hadas. Por el contrario, tiene 15 años y vive en Villa 9 de Julio. Tal vez su apodo se deba a la actividad que realizaba. Así como la niña de la historia de fantasía le llevaba los mandados a su abuela dentro de una canasta, esta adolescente distribuía, casa por casa, las dosis de cocaína que comercializaba su vecina "La Alejandra".
Los policías de la Digedrop (Dirección General de Drogas Peligrosas) descubrieron los movimientos de la menor a partir de la denuncia que realizó un grupo de padres de la zona, quienes señalaban a "La Alejandra" como la dealer del barrio y le adjudicaban los problemas de adicción que sufrían sus hijos. Con una orden del juez Federal N°2 Fernando Poviña, los uniformados comenzaron a investigar el caso hace unos meses.
De esa manera, los policías constataron que la casa de "La Alejandra", ubicada en calle Balcarce al 2.300, era frecuentada por adolescentes que iban en busca de estupefacientes. La mujer contaba con la colaboración de varios cómplices: sus dos hijos varones, apodados "Mike Wazowski" y "Sullivan", como los personajes de la película "Monsters Inc.", y de su hija "La Negra". Pero ellos no eran los únicos que ayudaban con la distribución de las drogas, sino también la hija de una vecina, una tal "Caperucita".
Custodia y delivery
El trabajo que hacían los menores no sólo consistía en la entrega a domicilio de cocaína, sino también en pararse en las esquinas de la casa de "La Alejandra" para alertar sobre la posible presencia de algún policía o patrullero.
Además, "Caperucita" tenía asignada una tarea fija: hacer el delivery de "lágrimas" y "tizas" de cocaína en las viviendas más alejadas, para lo que se movilizaba en una motocicleta de baja cilindrada. Según precisaron fuentes policiales, los envoltorios de cocaína que repartía tenían un costo de $ 50 y $ 100, de acuerdo a su tamaño.
Libertad condicional
Las fuentes también destacaron los antecedentes de "La Alejandra". Explicaron que la mujer de 42 años ya estuvo detenida en otras oportunidades por comercialización de estupefacientes hace algunos años, al igual que su ex marido, un tal "Pedro el Sucio".
En el año 2010, "La Alejandra" volvió a caer en manos de la Policía cuando fue a visitar a uno de sus hijos que estaba preso en el penal de Villa Urquiza y los uniformados descubrieron que intentaba pasar con una bolsa de marihuana y varias tizas de cocaína.
Ese hecho le costó una causa judicial, por la que luego fue sometida a un juicio oral y público, donde recibió una severa condena. Fuentes policiales agregaron que el pasado fin de semana, cuando cayó presa nuevamente, la mujer se encontraba gozando del beneficio de libertad condicional.
El allanamiento
Reforzados por un equipo del Grupo CERO, los policías de la Digedrop irrumpieron en la casa de "La Alejandra" el sábado a la tarde. La presencia de los patrulleros revolucionó al barrio y -como suele suceder en estos casos- no tardaron en asomarse vecinos y familiares que intentaban evitar la detención de la mujer con una lluvia de piedras.
Mientras los uniformados intentaban disuadir a estas personas, "Caperucita" comenzó a correr para huir de la Policía. Pero una de las mujeres de la fuerza consiguió retenerla y, al requisarla, descubrió que la menor guardaba 22 envoltorios con cocaína, además de varios billetes que sumaban $ 400 dentro un bolso que le colgaba de un hombro.
Respecto a "La Alejandra", en su dormitorio encontraron 14 "lágrimas" de cocaína, cinco teléfonos celulares, $ 900 y todo tipo de elementos que se utilizan para fraccionar la droga.
Como resultado del allanamiento, "La Alejandra" quedó detenida e incomunicada en la Brigada Femenina, mientras que la Justicia dispuso que "Caperucita" sea entregada a sus padres y que en la mañana de hoy se presente en el Juzgado Federal N°2 para prestar declaración.
La investigación del caso estuvo a cargo de los oficiales Domingo Núñez, Ramón Racedo; Maximiliano Auteri y Fabián Cata, quienes trabajaron bajo la supervisión de los comisarios Jorge Nacusse, Francisco Juárez y Héctor Salvatore, director de la Digedrop.
Los policías de la Digedrop (Dirección General de Drogas Peligrosas) descubrieron los movimientos de la menor a partir de la denuncia que realizó un grupo de padres de la zona, quienes señalaban a "La Alejandra" como la dealer del barrio y le adjudicaban los problemas de adicción que sufrían sus hijos. Con una orden del juez Federal N°2 Fernando Poviña, los uniformados comenzaron a investigar el caso hace unos meses.
De esa manera, los policías constataron que la casa de "La Alejandra", ubicada en calle Balcarce al 2.300, era frecuentada por adolescentes que iban en busca de estupefacientes. La mujer contaba con la colaboración de varios cómplices: sus dos hijos varones, apodados "Mike Wazowski" y "Sullivan", como los personajes de la película "Monsters Inc.", y de su hija "La Negra". Pero ellos no eran los únicos que ayudaban con la distribución de las drogas, sino también la hija de una vecina, una tal "Caperucita".
Custodia y delivery
El trabajo que hacían los menores no sólo consistía en la entrega a domicilio de cocaína, sino también en pararse en las esquinas de la casa de "La Alejandra" para alertar sobre la posible presencia de algún policía o patrullero.
Además, "Caperucita" tenía asignada una tarea fija: hacer el delivery de "lágrimas" y "tizas" de cocaína en las viviendas más alejadas, para lo que se movilizaba en una motocicleta de baja cilindrada. Según precisaron fuentes policiales, los envoltorios de cocaína que repartía tenían un costo de $ 50 y $ 100, de acuerdo a su tamaño.
Libertad condicional
Las fuentes también destacaron los antecedentes de "La Alejandra". Explicaron que la mujer de 42 años ya estuvo detenida en otras oportunidades por comercialización de estupefacientes hace algunos años, al igual que su ex marido, un tal "Pedro el Sucio".
En el año 2010, "La Alejandra" volvió a caer en manos de la Policía cuando fue a visitar a uno de sus hijos que estaba preso en el penal de Villa Urquiza y los uniformados descubrieron que intentaba pasar con una bolsa de marihuana y varias tizas de cocaína.
Ese hecho le costó una causa judicial, por la que luego fue sometida a un juicio oral y público, donde recibió una severa condena. Fuentes policiales agregaron que el pasado fin de semana, cuando cayó presa nuevamente, la mujer se encontraba gozando del beneficio de libertad condicional.
El allanamiento
Reforzados por un equipo del Grupo CERO, los policías de la Digedrop irrumpieron en la casa de "La Alejandra" el sábado a la tarde. La presencia de los patrulleros revolucionó al barrio y -como suele suceder en estos casos- no tardaron en asomarse vecinos y familiares que intentaban evitar la detención de la mujer con una lluvia de piedras.
Mientras los uniformados intentaban disuadir a estas personas, "Caperucita" comenzó a correr para huir de la Policía. Pero una de las mujeres de la fuerza consiguió retenerla y, al requisarla, descubrió que la menor guardaba 22 envoltorios con cocaína, además de varios billetes que sumaban $ 400 dentro un bolso que le colgaba de un hombro.
Respecto a "La Alejandra", en su dormitorio encontraron 14 "lágrimas" de cocaína, cinco teléfonos celulares, $ 900 y todo tipo de elementos que se utilizan para fraccionar la droga.
Como resultado del allanamiento, "La Alejandra" quedó detenida e incomunicada en la Brigada Femenina, mientras que la Justicia dispuso que "Caperucita" sea entregada a sus padres y que en la mañana de hoy se presente en el Juzgado Federal N°2 para prestar declaración.
La investigación del caso estuvo a cargo de los oficiales Domingo Núñez, Ramón Racedo; Maximiliano Auteri y Fabián Cata, quienes trabajaron bajo la supervisión de los comisarios Jorge Nacusse, Francisco Juárez y Héctor Salvatore, director de la Digedrop.
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