25 Septiembre 2013
"Quiso correrse, pero el auto la llevó por delante"
La madre de una de las víctimas y uno de los testigos relataron parte de la tragedia en la que murió una joven y otros siete fueron heridos. Lucas Jiménez se negó a realizarse el dosaje alcohólico, pero un informe del médico de Sanidad de la Policía indicaría que estaba borracho
FURIA. Después del accidente, personas que no fueron identificadas (se ignora si eran vecinos o transeúntes) incendiaron el auto que conducía Lucas Jiménez. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI
Nancy Ramírez murió a los pies de Eduardo Nieva. Volvía a su casa luego de haber disfrutado del recital que el cantante, Carlos "La Mona" Jiménez, realizó ayer a la madrugada en el club Tucumán Central, en Villa Alem. La Policía informó que falleció en el acto después de ser atropellada por un auto que, según detalló el jefe de la Regional Capital, el comisario Luis Medina, era un Chevrolet Aveo que no tenía patente. Quedó tirada sobre la vereda norte de la avenida Néstor Kirchner al 1500. Ese fue el trágico final de la noche en la que esta joven de 23 años había salido a divertirse al ritmo del cuarteto cordobés.
Según el informe oficial, Nieva (28) y Ramírez son dos de los ocho seguidores de "La Mona" que fueron arrollados por Lucas Mariano Jiménez, el conductor del vehículo que protagonizó este accidente. Alrededor de las 4.45 caminaban por la vereda de la avenida. Apenas habían dejado atrás la esquina de la calle Miguel Lillo cuando se desencadenó la tragedia. "No sé cómo no me agarró a mí, pero a mis tres amigos los levantó", relató Luis Maldonado, el único joven del grupo que resultó ileso.
El testimonio de Maldonado es una de las primeras pruebas que el fiscal Guillermo Herrera, a cargo de la Fiscalía de Instrucción de la X° Nominación, deberá evaluar en la causa penal en la que se investigará si Jiménez tuvo alguna responsabilidad en este accidente.
El resto de las víctimas, que sufrieron heridas de distinta gravedad, fueron identificados como Carolina Giselle Fernández (19); Rita López (16); Jorge Matías Martínez (17); Karen Micaela Rodríguez, (17); Florencia Paola Núñez también de 17 años y Camila Ocaranza de 14 años.
De acuerdo con los partes médicos, Martínez y Ocaranza se encuentran en un estado delicado. Martínez quedó inconsciente cuando lo chocaron y, desde ese momento, no recuperó la conciencia. Hasta anoche permanecía en coma farmacológico y se lo había trasladado a un sanatorio privado. En tanto, Ocaranza quedó internada en terapia intensiva en el Hospital Padilla. Por otra parte, se informó que tanto Nieva como Fernández fueron dados de alta.
Testigos claves
Tenían los ojos enrojecidos de tanto llorar. Sin embargo, los familiares de Jorge Martínez no pudieron controlar los sollozos cuando hablaron de lo que ocurrió. Maldonado es primo del adolescente. "Cuando salimos del recital, comenzamos a caminar por la avenida Roca hacia la Colón para buscar la moto que habíamos dejado en la casa de un amigo. Como no se conseguían taxis, había muchísima gente -que había salido del show- en la calle. En la esquina de la Miguel Lillo había tres chicas que consiguieron hacer parar un taxi. Nosotros las habíamos pasado caminando. En ese momento, escuchamos que venía un auto, luego vino una frenada y después el golpe", explicó.
Según su relato, la velocidad a la que venía el auto no les dio tiempo a reaccionar. Por el mismo golpe, que apenas lo rozó, cayó de costado. "Cuando me levanté, vi a mis seis amigos tirados en la vereda. El auto había quedado a unas dos casas de donde estábamos, pero sobre la avenida. En ese momento, no vi a los otros dos chicos que también chocaron. No sé si había otro auto, pero para ir a esa velocidad pienso que tenía que venir corriendo una picada", agregó. Claudia Giménez, madre de Carolina Fernández (otra de las víctimas) corroboró esta versión: "mi hija me dijo que sintió un reventón y que cuando quiso correrse el auto la llevó por delante".
Después del accidente, un grupo de personas (no fueron identificadas como vecinos del lugar o como ocasionales transeúntes), incendiaron el auto de Jiménez y -según trascendió- intentaron linchar al conductor y a las personas que viajaban con él en el vehículo.
El conductor sostuvo que una piedra le hizo perder el control
Negó haber tomado alcohol y dijo que el accidente se produjo porque una piedra le rompió el parabrisas y perdió el control del auto. Esa fue la explicación que Lucas Mariano Jiménez le dio ayer al mediodía al fiscal de Instrucción de la X° Nominación, Guillermo Herrera, dijeron fuentes judiciales.
Jiménez conducía ayer a la madrugada el Chevrolet Aveo que en la avenida Kirchner y Miguel Lillo se fue a la vereda y chocó a ocho personas, matando a una de ellas. Los amigos de las víctimas y testigos del accidente le prendieron fuego al auto.
Fuentes policiales comentaron que el conductor del rodado, que tiene 23 años, es hijo del comisario Enrique Jiménez, director de la Escuela de Policía. El muchacho se habría negado a realizarse el dosaje, por lo que se desconoce si tenía alcohol en la sangre.
Sin embargo, en el informe clínico del médico de la Dirección de Sanidad de la Policía que se adjuntó al expediente, se habría consignado que Jiménez estaba en estado de ebriedad, según afirmaron las fuentes consultadas.
Lo mismo habría manifestado un testigo que declaró ante el fiscal durante la mañana. El hombre habría dicho que, por la forma de comportarse y por cómo hablaba cuando se bajó del auto tras el choque, habría estado borracho. Incluso habría contado que el conductor exclamaba que era hijo de un comisario y que tenía dinero, contaron fuentes tribunalicias.
Herrera pidió al Juzgado de Instrucción de la II° Nominación que el conductor sea detenido, y lo acusó por homicidio con dolo eventual por ebriedad y lesiones graves. A pesar de que la mayoría de las muertes por accidentes de tránsito son caratuladas como homicidios culposos (sin intención de matar), el fiscal consideró que al conducir alcoholizado Jiménez sabía que podía causar una tragedia.
El parabrisas roto
Fuentes tribunalicias contaron que Jiménez negó haber tomado alcohol y que dijo que una piedra dio contra el parabrisas, por lo que perdió el control del auto. Lamentablemente, el vehículo no podrá ser sometido a pericias para corroborar o descartar esta versión, ya que quedó totalmente destruido por el fuego.
El abogado Juan Carlos Albornoz confirmó la hipótesis que brindó Jiménez. El letrado asistió al joven conductor durante su declaración. "Él ha sido coherente. Iba manejando, tomando todas las precauciones reglamentarias y salió un elemento violento que impactó en el auto", expresó.
La rotura del parabrisas, según el abogado, provocó "un problema de circulación", pero que fue culposo. "Nunca él va a salir a matar", afirmó. En cuanto a si Jiménez había consumido alcohol, Albornoz se reservó la respuesta. "Es material científico. Eso es todo, no puedo adelantar más porque se están haciendo las investigaciones pertinentes", dijo el letrado.
En el 60% de los accidentes hay un conductor ebrio
Las estadísticas son coincidentes para la Policía, para el área de Seguridad Vial y para los especialistas de los servicios de emergencias: en el 60% de los accidentes graves hay un conductor alcoholizado. Así lo aseguró el director de capacitación de la Dirección de Emergencias, Juan Masaguer. "Esta situación la vemos con frecuencia, sobre todo los fines de semana desde la medianoche y durante toda la madrugada", manifestó el médico. Según Masaguer, estas cifras han aumentado en los últimos años. "Hace 15 años la Policía Federal tenía una estadística de que en el 50% de los accidentes graves había un conductor ebrio", manifestó el especialista.
Los datos contrastan con los que manejan en el área de Seguridad del Poder Ejecutivo, en relación a los distintos controles que se realizan durante la madrugada. Ramiro Gutiérrez, secretario de Transporte y Seguridad Vial, dijo que los operativos de alcoholemia se han instalado en la provincia desde que comenzaron a implementarse en 2007, y que se va reduciendo la cantidad de personas que manejan alcoholizadas. "Los controles se profundizan durante los fines de semana y cada vez hay más conciencia entre la gente", manifestó el funcionario.
Según el informe oficial, Nieva (28) y Ramírez son dos de los ocho seguidores de "La Mona" que fueron arrollados por Lucas Mariano Jiménez, el conductor del vehículo que protagonizó este accidente. Alrededor de las 4.45 caminaban por la vereda de la avenida. Apenas habían dejado atrás la esquina de la calle Miguel Lillo cuando se desencadenó la tragedia. "No sé cómo no me agarró a mí, pero a mis tres amigos los levantó", relató Luis Maldonado, el único joven del grupo que resultó ileso.
El testimonio de Maldonado es una de las primeras pruebas que el fiscal Guillermo Herrera, a cargo de la Fiscalía de Instrucción de la X° Nominación, deberá evaluar en la causa penal en la que se investigará si Jiménez tuvo alguna responsabilidad en este accidente.
El resto de las víctimas, que sufrieron heridas de distinta gravedad, fueron identificados como Carolina Giselle Fernández (19); Rita López (16); Jorge Matías Martínez (17); Karen Micaela Rodríguez, (17); Florencia Paola Núñez también de 17 años y Camila Ocaranza de 14 años.
De acuerdo con los partes médicos, Martínez y Ocaranza se encuentran en un estado delicado. Martínez quedó inconsciente cuando lo chocaron y, desde ese momento, no recuperó la conciencia. Hasta anoche permanecía en coma farmacológico y se lo había trasladado a un sanatorio privado. En tanto, Ocaranza quedó internada en terapia intensiva en el Hospital Padilla. Por otra parte, se informó que tanto Nieva como Fernández fueron dados de alta.
Testigos claves
Tenían los ojos enrojecidos de tanto llorar. Sin embargo, los familiares de Jorge Martínez no pudieron controlar los sollozos cuando hablaron de lo que ocurrió. Maldonado es primo del adolescente. "Cuando salimos del recital, comenzamos a caminar por la avenida Roca hacia la Colón para buscar la moto que habíamos dejado en la casa de un amigo. Como no se conseguían taxis, había muchísima gente -que había salido del show- en la calle. En la esquina de la Miguel Lillo había tres chicas que consiguieron hacer parar un taxi. Nosotros las habíamos pasado caminando. En ese momento, escuchamos que venía un auto, luego vino una frenada y después el golpe", explicó.
Según su relato, la velocidad a la que venía el auto no les dio tiempo a reaccionar. Por el mismo golpe, que apenas lo rozó, cayó de costado. "Cuando me levanté, vi a mis seis amigos tirados en la vereda. El auto había quedado a unas dos casas de donde estábamos, pero sobre la avenida. En ese momento, no vi a los otros dos chicos que también chocaron. No sé si había otro auto, pero para ir a esa velocidad pienso que tenía que venir corriendo una picada", agregó. Claudia Giménez, madre de Carolina Fernández (otra de las víctimas) corroboró esta versión: "mi hija me dijo que sintió un reventón y que cuando quiso correrse el auto la llevó por delante".
Después del accidente, un grupo de personas (no fueron identificadas como vecinos del lugar o como ocasionales transeúntes), incendiaron el auto de Jiménez y -según trascendió- intentaron linchar al conductor y a las personas que viajaban con él en el vehículo.
El conductor sostuvo que una piedra le hizo perder el control
Negó haber tomado alcohol y dijo que el accidente se produjo porque una piedra le rompió el parabrisas y perdió el control del auto. Esa fue la explicación que Lucas Mariano Jiménez le dio ayer al mediodía al fiscal de Instrucción de la X° Nominación, Guillermo Herrera, dijeron fuentes judiciales.
Jiménez conducía ayer a la madrugada el Chevrolet Aveo que en la avenida Kirchner y Miguel Lillo se fue a la vereda y chocó a ocho personas, matando a una de ellas. Los amigos de las víctimas y testigos del accidente le prendieron fuego al auto.
Fuentes policiales comentaron que el conductor del rodado, que tiene 23 años, es hijo del comisario Enrique Jiménez, director de la Escuela de Policía. El muchacho se habría negado a realizarse el dosaje, por lo que se desconoce si tenía alcohol en la sangre.
Sin embargo, en el informe clínico del médico de la Dirección de Sanidad de la Policía que se adjuntó al expediente, se habría consignado que Jiménez estaba en estado de ebriedad, según afirmaron las fuentes consultadas.
Lo mismo habría manifestado un testigo que declaró ante el fiscal durante la mañana. El hombre habría dicho que, por la forma de comportarse y por cómo hablaba cuando se bajó del auto tras el choque, habría estado borracho. Incluso habría contado que el conductor exclamaba que era hijo de un comisario y que tenía dinero, contaron fuentes tribunalicias.
Herrera pidió al Juzgado de Instrucción de la II° Nominación que el conductor sea detenido, y lo acusó por homicidio con dolo eventual por ebriedad y lesiones graves. A pesar de que la mayoría de las muertes por accidentes de tránsito son caratuladas como homicidios culposos (sin intención de matar), el fiscal consideró que al conducir alcoholizado Jiménez sabía que podía causar una tragedia.
El parabrisas roto
Fuentes tribunalicias contaron que Jiménez negó haber tomado alcohol y que dijo que una piedra dio contra el parabrisas, por lo que perdió el control del auto. Lamentablemente, el vehículo no podrá ser sometido a pericias para corroborar o descartar esta versión, ya que quedó totalmente destruido por el fuego.
El abogado Juan Carlos Albornoz confirmó la hipótesis que brindó Jiménez. El letrado asistió al joven conductor durante su declaración. "Él ha sido coherente. Iba manejando, tomando todas las precauciones reglamentarias y salió un elemento violento que impactó en el auto", expresó.
La rotura del parabrisas, según el abogado, provocó "un problema de circulación", pero que fue culposo. "Nunca él va a salir a matar", afirmó. En cuanto a si Jiménez había consumido alcohol, Albornoz se reservó la respuesta. "Es material científico. Eso es todo, no puedo adelantar más porque se están haciendo las investigaciones pertinentes", dijo el letrado.
En el 60% de los accidentes hay un conductor ebrio
Las estadísticas son coincidentes para la Policía, para el área de Seguridad Vial y para los especialistas de los servicios de emergencias: en el 60% de los accidentes graves hay un conductor alcoholizado. Así lo aseguró el director de capacitación de la Dirección de Emergencias, Juan Masaguer. "Esta situación la vemos con frecuencia, sobre todo los fines de semana desde la medianoche y durante toda la madrugada", manifestó el médico. Según Masaguer, estas cifras han aumentado en los últimos años. "Hace 15 años la Policía Federal tenía una estadística de que en el 50% de los accidentes graves había un conductor ebrio", manifestó el especialista.
Los datos contrastan con los que manejan en el área de Seguridad del Poder Ejecutivo, en relación a los distintos controles que se realizan durante la madrugada. Ramiro Gutiérrez, secretario de Transporte y Seguridad Vial, dijo que los operativos de alcoholemia se han instalado en la provincia desde que comenzaron a implementarse en 2007, y que se va reduciendo la cantidad de personas que manejan alcoholizadas. "Los controles se profundizan durante los fines de semana y cada vez hay más conciencia entre la gente", manifestó el funcionario.
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