26 Noviembre 2013
Nadie está excluido de la política: todos participamos cuando buscamos beneficios comunes a la mayoría.
La mayoría de los ciudadanos carecen de una idea concreta acerca del espectro político, de su forma de ejercicio y participación. Este desconocimiento tiene como consecuencia que la persona tome la política como algo ajeno a ella.
Consideramos a la política como la digna administración y toma de decisiones que benefician a la sociedad en su conjunto. Sin embargo, somos conscientes de que existen ciertos prejuicios que la asocian con la corrupción y otras valoraciones negativas. Pero debemos entender que este prejuicio no es válido, tal como lo afirmó la doctora Nélida Escudero, secretaria académica de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UNT: "la política no es corrupta, son corruptas las personas que usan la política para fines corruptos".
La política atraviesa nuestra vida aún antes de que pensemos en ella, por eso podemos decir que todo es política y todos, de una forma u otra, participamos en esta. Por eso decimos que el apoliticismo no existe, ya que el concepto es mal utilizado y confundido con el apartidismo. Por lo tanto un ciudadano puede no tener afinidad con los partidos políticos propuestos, pero esto no quita que el mismo siga participando en la política.
Nuestra responsabilidad
Como sabemos, una de las formas más conocidas de participación política es a través del voto, mediante el cual somos capaces de tomar decisiones que afecten a toda la sociedad, teniendo en cuenta que tales decisiones llevan a la elección de quienes nos representan. El hecho de elegir implica responsabilidad e información, para obtener resultados que nos beneficien a todos equitativamente.
No obstante votar no es la única manera de participar en la política: un profesor participa en ella cuando les enseña a sus alumnos a ser mejores ciudadanos, un policía cuando arriesga su vida por la de otra persona y el taxista lo hace cuando trabaja 12 horas por día para llevar el pan a su casa.
La visión adulta hacia los jóvenes
Existen distintas posturas por parte de los adultos acerca del desenvolvimiento de los jóvenes en el ámbito político. Hay quienes opinan que los jóvenes no se encuentran capacitados y comprometidos para ejercer la actividad política por falta de madurez y responsabilidad, juzgan al joven como un ser individualista y cuya principal preocupación se centra en conseguir aquello que le da placer. Pero también hay una mirada positiva hacia la juventud, que apuesta por ella, sosteniendo que es el adulto quien tiene que prepararlo al joven para que el mismo ocupe un rol protagónico en la sociedad. Y es la vida en democracia la que posibilita el ejercicio pleno de sus derechos y el cumplimiento de sus deberes.
Los jóvenes no estamos excluidos de prácticas políticas, participamos cuando buscamos beneficios comunes, desde organizaciones estudiantiles, vecinales, eclesiásticas, instituciones deportivas e incluso culturales. Somos un factor fundamental en la sociedad, porque somos generadores de nuevas ideas, proyectos y aspiramos al cambio. La participación en la política no es algo ajeno a nosotros.
Es necesario que los adultos comprendan que los jóvenes son esenciales y verdaderamente auténticos. En nosotros se encuentra el futuro y es fundamental que se nos deposite confianza y acompañamiento para lograr cumplir con los fines comunes.
La mirada de los jóvenes
Salimos a las calles tucumanas para conocer la propia opinión de los jóvenes sobre su participación política. "A mí me parece que los jóvenes tenemos que aprovechar los espacios de participación para conocer más sobre la política, porque si no, ¿qué va a ser del futuro?", manifestó María José Issa.
Por otro lado, estudiantes de Abogacía de la UNT que prefirieron que se reservara su identidad opinaron al respecto. "Creo que la política en el nivel de ciudadano se ejerce en todos los ámbitos de la vida, la política tiene que ver con la administración de la cosa común que uno lo hace en todos los aspectos de la vida. Podés ayudar sin estar en un partido: cuidar espacios públicos, siendo responsable como cuando voy a los hospitales, ponerse casco o cinturón, cuidar las cosas que hacen a la vida en sociedad", dijo uno de ellos.
En cuanto a las responsabilidades que como jóvenes ejercemos, los entrevistados coincidieron en el hecho de que "todos conocemos nuestros derechos, cumplimos nuestros deberes e intentamos, además, hacer escuchar nuestras ideas manteniéndonos informados por medio del estudio y la formación que recibimos".
Consideramos a la política como la digna administración y toma de decisiones que benefician a la sociedad en su conjunto. Sin embargo, somos conscientes de que existen ciertos prejuicios que la asocian con la corrupción y otras valoraciones negativas. Pero debemos entender que este prejuicio no es válido, tal como lo afirmó la doctora Nélida Escudero, secretaria académica de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UNT: "la política no es corrupta, son corruptas las personas que usan la política para fines corruptos".
La política atraviesa nuestra vida aún antes de que pensemos en ella, por eso podemos decir que todo es política y todos, de una forma u otra, participamos en esta. Por eso decimos que el apoliticismo no existe, ya que el concepto es mal utilizado y confundido con el apartidismo. Por lo tanto un ciudadano puede no tener afinidad con los partidos políticos propuestos, pero esto no quita que el mismo siga participando en la política.
Nuestra responsabilidad
Como sabemos, una de las formas más conocidas de participación política es a través del voto, mediante el cual somos capaces de tomar decisiones que afecten a toda la sociedad, teniendo en cuenta que tales decisiones llevan a la elección de quienes nos representan. El hecho de elegir implica responsabilidad e información, para obtener resultados que nos beneficien a todos equitativamente.
No obstante votar no es la única manera de participar en la política: un profesor participa en ella cuando les enseña a sus alumnos a ser mejores ciudadanos, un policía cuando arriesga su vida por la de otra persona y el taxista lo hace cuando trabaja 12 horas por día para llevar el pan a su casa.
La visión adulta hacia los jóvenes
Existen distintas posturas por parte de los adultos acerca del desenvolvimiento de los jóvenes en el ámbito político. Hay quienes opinan que los jóvenes no se encuentran capacitados y comprometidos para ejercer la actividad política por falta de madurez y responsabilidad, juzgan al joven como un ser individualista y cuya principal preocupación se centra en conseguir aquello que le da placer. Pero también hay una mirada positiva hacia la juventud, que apuesta por ella, sosteniendo que es el adulto quien tiene que prepararlo al joven para que el mismo ocupe un rol protagónico en la sociedad. Y es la vida en democracia la que posibilita el ejercicio pleno de sus derechos y el cumplimiento de sus deberes.
Los jóvenes no estamos excluidos de prácticas políticas, participamos cuando buscamos beneficios comunes, desde organizaciones estudiantiles, vecinales, eclesiásticas, instituciones deportivas e incluso culturales. Somos un factor fundamental en la sociedad, porque somos generadores de nuevas ideas, proyectos y aspiramos al cambio. La participación en la política no es algo ajeno a nosotros.
Es necesario que los adultos comprendan que los jóvenes son esenciales y verdaderamente auténticos. En nosotros se encuentra el futuro y es fundamental que se nos deposite confianza y acompañamiento para lograr cumplir con los fines comunes.
La mirada de los jóvenes
Salimos a las calles tucumanas para conocer la propia opinión de los jóvenes sobre su participación política. "A mí me parece que los jóvenes tenemos que aprovechar los espacios de participación para conocer más sobre la política, porque si no, ¿qué va a ser del futuro?", manifestó María José Issa.
Por otro lado, estudiantes de Abogacía de la UNT que prefirieron que se reservara su identidad opinaron al respecto. "Creo que la política en el nivel de ciudadano se ejerce en todos los ámbitos de la vida, la política tiene que ver con la administración de la cosa común que uno lo hace en todos los aspectos de la vida. Podés ayudar sin estar en un partido: cuidar espacios públicos, siendo responsable como cuando voy a los hospitales, ponerse casco o cinturón, cuidar las cosas que hacen a la vida en sociedad", dijo uno de ellos.
En cuanto a las responsabilidades que como jóvenes ejercemos, los entrevistados coincidieron en el hecho de que "todos conocemos nuestros derechos, cumplimos nuestros deberes e intentamos, además, hacer escuchar nuestras ideas manteniéndonos informados por medio del estudio y la formación que recibimos".