Un testigo complica la situación de los policías imputados

En el segundo día de audiencias la querella presentó pruebas testimoniales que dieron una versión del asesinato del yesero Marcos Ybarra.

28 Noviembre 2013
El segundo día del debate oral por el homicidio de Marcos Fabián Ybarra, que tenía 30 años cuando fue asesinado en enero de 2012, reveló detalles acerca de cómo habrían ocurrido los hechos. El abogado que representa a la familia de la víctima, José Luis Del Río, y la fiscal de Cámara, Juana Prieto de Sólimo, presentaron ayer a un testigo que estuvo al lado de Ybarra cuando lo mataron. Germán Ponce es yesero y trabajaba junto con la víctima. Pero, además de su vínculo laboral, era su amigo. Por eso él era uno de los comensales que asistió al festejo de un cumpleaños que la familia Ybarra celebraba el día del homicidio. En su declaración ante el tribunal de la Sala III de la Cámara Penal, integrado por los jueces Dante Julio José Ibáñez (presidente), Carlos Caramuti y Stella Maris Arce, el testigo afirmó que vio pasar por la avenida Francisco de Aguirre al 2.900 al móvil TUC 2181 antes de que frenara en la esquina de Juan Luis Nougues.

En ese vehículo iban los agentes Gonzalo Pablo González (28) y Gabriel Alberto Ocampo (25) junto con el cabo Edgardo Marcelo Gómez (38) que conducía el auto. Son los tres policías que están siendo imputados por el crimen.

Ponce dijo que estaba en la casa de la familia Ybarra cuando el móvil policial frenó en la esquina de Juan Luis Nougués. Después bajaron dos policías que requisaron a cuatro sujetos que estaban en esa vereda. Los imputados dijeron que se detuvieron porque reconocieron a un presunto ladrón que había cometido un robo en Emilio Castelar al 3.300. Pero cuando uno de los sospechosos se escapó, los uniformados abrieron fuego con sus escopetas. "Empezaron a disparar hacia la casa y crucé para decirles que dejen de tirar. En ese momento no me di cuenta, pero Fabían venía detrás mío", declaró.

Ponce cruzó la avenida y -según afirmó- se paró a unos dos metros del patrullero. "¡Dejá de tirar!", le dijo a uno de los policías que, como respuesta, le disparó una posta de goma en la cara. "Al ver que me hirieron, Fabián les reclamó por qué me habían disparado", agregó. En ese momento, según el testigo, el tercer policía disparó tres veces desde la puerta del conductor y huyó. "Lo que le pegó a Fabián lo hizo retroceder como un metro y medio. Ahí me di cuenta de que no era una bala de goma", dijo. La autopsia de la víctima reveló que murió por un proyectil de plomo que le provocó una hemorragia en el cerebro.

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