El trabajo invisible es un dolor de cabeza para las obras independientes

EXPERTA. De Santo dictó un taller. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA EXPERTA. De Santo dictó un taller. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA
30 Noviembre 2013
"El trabajo del productor ejecutivo es problemático en el teatro independiente, ya que el proceso creativo, movido por la energía en juego, va al quehacer por el quehacer mismo. Pocos se preguntan por qué están ahí, que los reúne o qué objetivos tienen con un proyecto", alertó Magdalena de Santo.

La teatrista dictó el taller "Dar cuenta del trabajo invisible: una caja de herramientas para la producción de espectáculos", como una actividad paralela de formación en la Fiesta Provincial del Teatro que concluyó ayer y cuyos premios se iban a conocer luego del cierre de esta edición, durante una celebración en la Casa del Bicentenario, de Adolfo de la Vega 505.

De Santo es licenciada en Filosofía; docente de la cátedra Organización, Producción y Espectáculos en el Instituto Universitario Nacional del Arte; es actriz, directora y productora independiente de teatro, y escribe en el suplemento Soy del diario Página 12.

A partir de su experiencia en esas múltiples actividades, reivindicó la importancia de una gestión profesional en la producción de espectáculos, que excede largamente el conseguir dinero para la realización de una obra y que abarca la planificación artística; la labor en equipo; la determinación de roles internos en los grupos; la definición y obtención de herramientas artísticas y técnicas, y las respuestas oportunas ante los problemas.

"Todo esto está mucho más claro en los proyectos comerciales, que buscan ganar plata, y en las propuestas desde lo estatal, porque su objetivo es la promoción de la cultura. Pero en lo independiente falta el momento de la reflexión previa y, durante la realización, surgen las fisuras y rispideces que desgastan y obligan a constantes negociaciones sobre las cuestiones que nadie quiere hacer, como desmontar una puesta, limpiar o incluso exigir el cumplimiento de los horarios", resaltó.

La docente defendió la importancia de que la formación del productor tenga una autonomía curricular en las escuelas de teatro: "no está la figura ni el concepto, por lo que no se forma al profesional en esta área, pese a que es un trabajo artístico como otros". "El cine, por ejemplo, lo tiene más claro, pero puede estar vinculado con los tiempos que maneja y con la postproducción de una película. En el teatro, todo es una constante que sucede para sostener la obra en representaciones en una sala", concluyó.

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