Por Carlos Páez de la Torre H
04 Diciembre 2013
DOÑA TRÁNSITO. “El Orden” publicó, en 1904, esta nada conocida foto de la señora de García en sus últimos años. la gaceta / archivo
De Juan Bautista Alberdi hay muchos retratos, pero son raros los de su familia inmediata. Ello da interés a la borrosa foto publicada en “El Orden” del 29 de agosto de 1904, de Tránsito Alberdi de García, hermana del prócer y fallecida el 30 de agosto de 1870.
Alberdi la recordaba siempre con gran afecto. Durante su breve regreso a Buenos Aires, el 31 de agosto de 1880, escribió a un sobrino, Remigio Colombres, la carta que publicaba “El Orden”. Alojado en casa de su amigo José Cayetano Borbón, agradecía el telegrama de Colombres del 29, de saludo de cumpleaños. Le llegó “en medio de la fiesta” con que lo agasajaban. “Reciba usted mis gracias por su galante recuerdo, de que no necesité para tener a todos ustedes y a Tucumán muy presentes”, decía.
Agregaba que “ayer, 30 de agosto, no he visto ni he hablado con nadie, recordando que era el aniversario de la muerte de mi inolvidable hermana Tránsito. Yo diría que nació bajo la estrella napoleónica el 15 de agosto, en que nació Napoleón I, para morir el 30 de agosto, en que cayó Napoleón III”.
Habría deseado viajar ese mes a Tucumán, pero le habían aconsejado diferirlo “para tiempo más pacífico, en que la política preocupe menos a nuestra sociedad argentina. Yo sigo ajeno a los partidos militantes, queriendo y respetando a todo lo que hay de bueno en las filas de uno y otro. Me basta la satisfacción de ver triunfantes las doctrinas y principios que he mantenido toda mi vida. La recompensa más digna no me falta, que es el respeto de todos”, terminaba.
Alberdi la recordaba siempre con gran afecto. Durante su breve regreso a Buenos Aires, el 31 de agosto de 1880, escribió a un sobrino, Remigio Colombres, la carta que publicaba “El Orden”. Alojado en casa de su amigo José Cayetano Borbón, agradecía el telegrama de Colombres del 29, de saludo de cumpleaños. Le llegó “en medio de la fiesta” con que lo agasajaban. “Reciba usted mis gracias por su galante recuerdo, de que no necesité para tener a todos ustedes y a Tucumán muy presentes”, decía.
Agregaba que “ayer, 30 de agosto, no he visto ni he hablado con nadie, recordando que era el aniversario de la muerte de mi inolvidable hermana Tránsito. Yo diría que nació bajo la estrella napoleónica el 15 de agosto, en que nació Napoleón I, para morir el 30 de agosto, en que cayó Napoleón III”.
Habría deseado viajar ese mes a Tucumán, pero le habían aconsejado diferirlo “para tiempo más pacífico, en que la política preocupe menos a nuestra sociedad argentina. Yo sigo ajeno a los partidos militantes, queriendo y respetando a todo lo que hay de bueno en las filas de uno y otro. Me basta la satisfacción de ver triunfantes las doctrinas y principios que he mantenido toda mi vida. La recompensa más digna no me falta, que es el respeto de todos”, terminaba.
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