14 Diciembre 2013
SANTIAGO.- La ex mandataria socialista Michelle Bachelet se encamina a recuperar mañana la presidencia de Chile con un audaz programa de reformas para corregir las desigualdades sociales en el mayor exportador de cobre del mundo. Bachelet obtuvo un 46,6 % de los votos en la primera vuelta disputada hace un mes y según analistas no debería tener problemas para imponerse nuevamente el domingo a su rival conservadora Evelyn Matthei, que logró un 25,01 % de los sufragios.
De estilo afable y cálido, la socialista quiere pasar a la historia como la presidenta que acortó la enorme brecha entre ricos y pobres en Chile mediante una revolución en la educación pública financiada con una millonaria reforma tributaria. Hasta ahí la parte relativamente fácil.
Bachelet podría hallar mucha más resistencia para reescribir la Constitución heredada de la dictadura de Augusto Pinochet, que limita la construcción de mayorías en el Congreso Nacional y dificulta gobernar.
“Tenemos dos alternativas este domingo: Una que quiere cambios y otra que se opone”, dijo Bachelet, una médica de 62 años que gobernó el país entre el 2006 y 2010, en un debate electoral realizado esta semana. Su promesa de mejoras sociales sedujo a muchos chilenos que no se sienten beneficiados por las riquezas naturales de Chile, una de las naciones más estables de América Latina.
Matthei, confrontacional y de carácter inflamable, corre con la desventaja de haber entrado tarde a la carrera presidencial. Además, la ex ministra de Trabajo no ha logrado convencer a la mayoría de los chilenos de apoyar la continuidad de las políticas liberales del saliente Sebastián Piñera.
Todas las encuestas favorecen a la política socialista para esta segunda vuelta. Bachelet y Matthei, cerraron el jueves a la noche sus campañas con actos masivos. (Reuters)
De estilo afable y cálido, la socialista quiere pasar a la historia como la presidenta que acortó la enorme brecha entre ricos y pobres en Chile mediante una revolución en la educación pública financiada con una millonaria reforma tributaria. Hasta ahí la parte relativamente fácil.
Bachelet podría hallar mucha más resistencia para reescribir la Constitución heredada de la dictadura de Augusto Pinochet, que limita la construcción de mayorías en el Congreso Nacional y dificulta gobernar.
“Tenemos dos alternativas este domingo: Una que quiere cambios y otra que se opone”, dijo Bachelet, una médica de 62 años que gobernó el país entre el 2006 y 2010, en un debate electoral realizado esta semana. Su promesa de mejoras sociales sedujo a muchos chilenos que no se sienten beneficiados por las riquezas naturales de Chile, una de las naciones más estables de América Latina.
Matthei, confrontacional y de carácter inflamable, corre con la desventaja de haber entrado tarde a la carrera presidencial. Además, la ex ministra de Trabajo no ha logrado convencer a la mayoría de los chilenos de apoyar la continuidad de las políticas liberales del saliente Sebastián Piñera.
Todas las encuestas favorecen a la política socialista para esta segunda vuelta. Bachelet y Matthei, cerraron el jueves a la noche sus campañas con actos masivos. (Reuters)
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