“Cuanto más aprendo, más miedo tengo”

Adriana Tula se presentará esta noche en el escenario mayor de Cosquín, donde ya estuvo en el homenaje al Chivo Valladares

VOZ Y FIGURA. Adriana Tula participó en el homenaje a Rolando Chivo Valladares, en el Encuentro de Poetas. facebook / adriana tula VOZ Y FIGURA. Adriana Tula participó en el homenaje a Rolando Chivo Valladares, en el Encuentro de Poetas. facebook / adriana tula
31 Enero 2014
Adriana Tula disfruta de muchos Cosquín en el mismo lugar. Esta noche se presentará sobre el escenario mayor del folclore argentino, pero desde principios de semana recorre los distintos foros artísticos que nacen por derredor de la plaza Próspero Molina. Uno de los que más goza es el Encuentro de Poetas, en donde participó de un emotivo homenaje a Rolando Chivo Valladares.

“Me encanta ese espacio, porque año tras año se pone más interesante y al que van grandes hacedores del folclore. Se genera un lugar de encuentro muy bueno, abierto a todos y gratuito para los visitantes”, explicó.

La noche del tributo al autor de la Zamba del Alto de la Lechuza y de A Pancho Galíndez, Tula estuvo acompañada por Peter Wurschmidt, por el guitarrista mendocino Martín Castro, por el cantor coscoíno Hugo Scotto y por el bombisto riojano, Tubo Moya. Esta noche, sus músicos serán otros, salvo Wurschmidt: sobre el Atahualpa Yupanqui, estarán Manu Sija, Leopoldo Deheza y Federico Correa, junto al ballet Chanazú de Lastenia.

Más allá de todo lo bueno, le pasan cosas. Si bien será la quinta vez en la cartelera de Cosquín y de su larga trayectoria, le tiemblan las piernas antes de subir al escenario, una demostración mundana de su humanidad. “Tengo temor de que no me salga la voz. Es tremendo lo que se siente antes de empezar, pero después ya está. Cuanto más aprendo, más miedo tengo; pero lo supero con ejercicios para descargar los nervios”, reconoció.

La cantante admitió que Cosquín no es un festival más: “hay una preparación especial, ya desde el vestuario, no es cualquier peña ya que es un escenario de gran exposición y fuerte desafío”. “Si bien es cierto que cada año la expectativa y el compromiso es mayor, y siempre se intenta dar un show muy bueno, con el tiempo te das cuenta que el éxito es estar en el camino de la música y el canto, aunque recibas muy buenas críticas y te pidan un bis, como me pasó en 2013”, agrega.

Tula volvió a Tucumán a fines del año pasado por motivos familiares, y en marzo retornará a la Capital Federal, donde estaba radicada. “Me fui a aprender a cantar y a aprender a enseñar. Y me pasaron cosas muy buenas, como actuar con Jaime Torres o viajar a Corea del Sur y a Colombia. Mi responsabilidad como representante de Tucumán cada vez es mayor, porque en Buenos Aires se está muy atento a los autores del norte y se conoce mucho lo que se está produciendo”, sostiene.

Y luego comienza a calentar la garganta, para entonar alguna de las zambas que emocionan el alma, justo antes de que la llamen a practicar para su presentación en la séptima luna.

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