01 Marzo 2014
RECHAZO. Los ucranianos no quieren la intervención militar de Rusia. reuters
BERLÍN Y WASHINGTON.- A pesar de la salida del gobierno de Viktor Yanukovich y su reemplazo por uno transición pro europeo en Kiev, capital de Ucrania, no decreció la tensión política. Al menos no volvieron a repetirse los choques armados entre manifestantes y policías que dejaron 80 muertos en Kiev.
La canciller alemana, Ángela Merkel, volvió a hablar ayer por teléfono con el presidente ruso, Vladimir Putin, para mostrarle su “preocupación” por la tensión en Ucrania y pedirle cautela en el manejo de la crisis. “Hay que evitar cualquier paso que pueda contribuir a una escalada de la situación”, dijo la canciller citada en un comunicado del gobierno en Berlín. Merkel “pidió también prudencia con respecto a la situación en Crimea”.
Durante la conversación (con Putin) Merkel insistió también en la necesidad de aprovechar los ofrecimientos de organizaciones internacionales para profundizar el diálogo y resolver las cuestiones en conflicto. “Coincidieron en mantener contacto sobre el tema Ucrania”, concluyó el comunicado del gobierno alemán.
Merkel ya había llamado ayer a Rusia, a través de una portavoz, a respetar la integridad territorial de Ucrania. La canciller ya transmitió ese mensaje a Putin durante otra conversación telefónica el domingo pasado.
La situación en Crimea, región autónoma ucraniana de mayoría étnica rusa, se agravó después de la salida del gobierno de Yanukovich. El jueves, el parlamento prorruso de Crimea pidió la convocatoria de un referéndum sobre la autonomía de la región, adjudicada a Ucrania en 1954.
Estados Unidos, por su parte, advirtió a Rusia que no intervenga militarmente en Ucrania.
“Una intervención sería un grave error”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney. Agregó que EEUU está analizando la situación para ver “si Rusia está haciendo o no algo que podría estar cruzando un límite”. Añadió que los informes sobre una posible intervención rusa en Crimea, han causado “profunda preocupación” y no se corresponden con las intenciones declaradas de Moscú de respetar la integridad territorial de Ucrania. (DPA)
La canciller alemana, Ángela Merkel, volvió a hablar ayer por teléfono con el presidente ruso, Vladimir Putin, para mostrarle su “preocupación” por la tensión en Ucrania y pedirle cautela en el manejo de la crisis. “Hay que evitar cualquier paso que pueda contribuir a una escalada de la situación”, dijo la canciller citada en un comunicado del gobierno en Berlín. Merkel “pidió también prudencia con respecto a la situación en Crimea”.
Durante la conversación (con Putin) Merkel insistió también en la necesidad de aprovechar los ofrecimientos de organizaciones internacionales para profundizar el diálogo y resolver las cuestiones en conflicto. “Coincidieron en mantener contacto sobre el tema Ucrania”, concluyó el comunicado del gobierno alemán.
Merkel ya había llamado ayer a Rusia, a través de una portavoz, a respetar la integridad territorial de Ucrania. La canciller ya transmitió ese mensaje a Putin durante otra conversación telefónica el domingo pasado.
La situación en Crimea, región autónoma ucraniana de mayoría étnica rusa, se agravó después de la salida del gobierno de Yanukovich. El jueves, el parlamento prorruso de Crimea pidió la convocatoria de un referéndum sobre la autonomía de la región, adjudicada a Ucrania en 1954.
Estados Unidos, por su parte, advirtió a Rusia que no intervenga militarmente en Ucrania.
“Una intervención sería un grave error”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney. Agregó que EEUU está analizando la situación para ver “si Rusia está haciendo o no algo que podría estar cruzando un límite”. Añadió que los informes sobre una posible intervención rusa en Crimea, han causado “profunda preocupación” y no se corresponden con las intenciones declaradas de Moscú de respetar la integridad territorial de Ucrania. (DPA)
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