Eva salió de su casa el sábado, el agua devoró el camino y aún no pudo regresar

Cientos de personas permanecen aisladas en varios parajes de La Cocha y de Graneros. Reclaman la construcción de canales en los campos.

ANGUSTIADA. Eva Cárdenas espera que el agua baje para poder volver a su casa en moto; en Puesto Los Pérez la espera su marido. la gaceta / fotos de osvaldo ripoll ANGUSTIADA. Eva Cárdenas espera que el agua baje para poder volver a su casa en moto; en Puesto Los Pérez la espera su marido. la gaceta / fotos de osvaldo ripoll
08 Abril 2014

El sábado por la mañana, los nubarrones negros y la humedad agobiante presagiaban la tormenta. Pero a Eva Cárdenas, vecina de Puesto Los Pérez, no le quedó otra que dejar su casa: tenía que ir hasta La Cocha para pagar servicios e impuestos que vencían. Subió a su moto y partió. Un poco más tarde, la lluvia se desató con tanta fuerza que ella se vio obligada a refugiarse en lo de un pariente. Después del mediodía decidió regresar a su hogar. Pero apenas pudo avanzar unos 13 kilómetros por la ruta 334. A la altura del paraje El Palancho chocó con un panorama angustiante: el agua corría por encima del camino y era imposible avanzar. Anoche, dos días después de haber salido de su casa, todavía esperaba que el agua bajara para poder seguir viaje.

Las tormentas que cayeron en el sur de la provincia y las que golpearon con fuerza a Catamarca durante el fin de semana hicieron crecer ríos y arroyos de la zona. El agua avanzó a través de los campos y cortó el camino. En Puesto Los Pérez, a Eva la espera su esposo, pero no sabe cuándo podrá reunirse con él nuevamente. “Esto es angustiante porque no sé cómo la está pasando mi marido. Y parece que este mar no quiere irse. Estoy desesperada”, confesó al borde del camino inundado.

Las inundaciones cercaron a los parajes El Mistol, Puesto Los Pérez, El Duraznillo y El Palancho, en los departamentos de La Cocha y Graneros. En esas comunidades viven alrededor de 500 personas que hasta ayer permanecían aisladas. Además, se estima que más de 2.000 hectáreas con cultivos de soja y maíz están anegadas. Angustiado, el productor Matías Sánchez contó que las 350 hectáreas de su familia, en las que hay diferentes cultivos, están tapadas por el agua. Y eso que ellos mismos construyeron un canal de 17 kilómetros para evitar este tipo de situaciones. “Ya no se qué es lo que tenemos que hacer para que esto no se repita”, reclamó.

Carlos Ortiz, comisionado comunal de Taco Ralo, admitió que la situación de las familias aisladas es preocupante. “Estamos tratando de hacerles llegar alimentos, porque se quedaron sin víveres”, contó. El funcionario agregó que él también fue víctima de la creciente cuando se dirigía a los parajes afectados para llevar ayuda. “Llegó una segunda creciente. Logré sacar mi vehículo cuando el agua ya tapaba la mitad de las ruedas”, detalló.

El monte se volvió mar
José Luis Luna
vive cerca de El Mistol. La creciente lo sorprendió en su casa alrededor de las 14 del sábado. “Comencé a escuchar un bramido fuerte. No sabía de qué se trataba. Salí a la ruta y me encontré con la masa de agua que avanzaba. En pocos minutos, el monte se convirtió en un mar”, recordó.

Los productores agropecuarios y ganaderos de la zona están indignados. El agua les impide llegar hasta sus campos. Y aseguraron que la causa de este problema es la falta de obras de infraestructura. “Nunca se hicieron canales para ordenar el agua que viene desde Catamarca y desde La Cocha. Se la debería conducir hasta el río San Ignacio. Sin embargo, no se hizo nada. Al fin y al cabo, la ruta se transformó en canal. Aquí rige el sálvese quien pueda”, denunció Jorge Torchán. “Fui docente y anduve por estos caminos unos 40 años. Lo que sufrimos hoy no es nuevo. Y nunca nadie hizo nada para acercarnos una solución. No tenemos representantes ante el Gobierno”, añadió.

Luis Ortiz aseguró que el problema de las inundaciones se agravó con el desmonte. “Antes, el monte sujetaba el agua. Ahora no hay nada; el río y los arroyos se nos vienen encima. Desde hace años, lo que antes era monte comenzó a cubrirse con soja, con maíz y con trigo”, observó e insistió en que tampoco se construyeron canales de desagüe.

Hacen falta obras
El comisionado comunal Ortiz admitió que la zona necesita un plan de canalización de gran envergadura. “Lo planteamos en la Legislatura y en el Gobierno, pero la respuesta que recibimos es que la obra demanda más de $ 100 millones”, respondió.

En la zona anegada, en tanto, la gente implora para que no siga lloviendo (ver “Lo que se viene...”). Esperan que el agua baje lo antes posible para que aquellos que están atrapados en el monte inundado puedan recibir ayuda.

Lo que se viene
La posibilidad de que caigan lluvias fuertes se extenderá hasta mañana

La posibilidad de que se produzcan chaparrones y tormentas se mantendrá por lo menos hasta mañana por la noche, anunció el meteorólogo Juan Minetti. Si bien este pronóstico es poco alentador para los vecinos de las localidades afectadas por las lluvias, también tiene su lado positivo: ese día o el jueves, a más tardar, es posible que ingrese un poderoso frente frío (haría descender la temperatura a 12 grados) que reducirá la nubosidad. “De hecho, las tormentas que se están produciendo en distintas zonas del país tiene que ver con el ingreso de este frente”, detalló el especialista, que dirige el Laboratorio Climatológico Sudamericano.



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