25 Abril 2014
GOLEADOR DE RAZA. "Pinino" Mas hizo goles para todos los gustos, incluso de chilena. Uno de los grandes ídolos que tuvo River, anotó 227 goles con La Banda a lo largo de 15 años.
BUENOS AIRES.- Se cumplirán este sábado 50 años del debut de Oscar "Pinino" Mas en la primera de River Plate, club en el que escribiría las mejores páginas de una larga carrera que lo consagró como uno de los mejores delanteros de la rica historia "millonaria".
El domingo 26 de abril de 1964 Carlos Peucelle, maestro de maestros en divisiones formativas, lo hizo debutar contra Chacarita, en San Martín, y de una acción suya llegó el único gol del partido convertido por el chileno Eladio Rojas.
Fue el paso inicial de un historial en River de 12 temporadas con 198 goles, con una pausa por su paso en el Real Madrid en 1974, año en el que lo reemplazó Jorge Luis Ghiso.
"Volví a River y participé de tres títulos con Labruna y el gran equipo donde estaban (Norberto) Alonso, (Ubaldo) Fillol, (Daniel) Passarella, el "Negro" Jota Jota (Juan José) López e hice 29 goles", se enorgullece Mas en diálogo con Télam.
El popular "Pinino", así bautizado en su barrio de Villa Ballester por su amigo de la infancia Tito Conti ("por jugar a las bolitas o pininas", contó) es el segundo goleador de la historia de River, superado por Angel Labruna con 293 y por sobre Bernabé Ferreyra, con 187, y cuarto el "Charro" José Manuel Moreno, con 179.
"Y entre el Cali, donde metí 38 goles, Defensores de Belgrano, donde emboqué otros 40, y otros equipos en los que jugué tal vez esté cerca de los 400 goles oficiales" agregó.
Mas, a diferencia de los mencionados, jugaba pegado a la raya y el único que lo supera en la estadística como puntero izquierdo es Manuel Pelegrina, goleador de Estudiantes de La Plata y suplente en la selección de Félix Daniel Loustau a fines de los ´40, con 221 tantos, ambos caracterizados por la violencia de sus zurdazos.
"Estamos entre los diez goleadores de la historia, jugando contra la raya. Labruna, antes el paraguayo (Arsenio) Erico y después (Herminio) Masantonio, eran 9 o 10", evocó Pinino para Télam.
Entre sus mejores recuerdos figuran dos golazos entre 1968 y 1969, a dos arqueros destacados de la época: Alberto Poletti de Estudiantes de La Plata y Agustín Cejas de Racing.
"Fueron en el Monumental, los dos partidos ganamos 1 a 0. Daniel Onega, de memoria, la metía en cortada entre el central y el lateral derecho y yo a la carrera le pegaba como venía. Dos bombazos. Iguales" recordó.
Y agregó que "en ambos casos la pelota pegó en los tres palos y entró. La gente estaba enloquecida".
"En Mar del Plata, contra Vélez hice otro parecido en el `72, en un torneo de verano. Contra Boca hice 12, sólo detrás de Angel (Labruna) que hizo 16 en el clásico", abundó.
"Hoy no se ven delanteros que le peguen así. Creo que valdría 50 palos verdes, lo mismo el Gringo (Héctor) Scotta", reflexionó Mas, quien jugó hasta los 41 años y después de River lo hizo en ocho equipos: América de Cali, Quilmes, Sarmiento de Junín, Mariano Moreno de Junín, El Porvenir, Defensores de Belgrano, Huracán Las Heras de Mendoza, Everton Argentino Juniors de la Liga Cañadense y Talleres de Remedios de Escalada.
"Pinino" guarda un gratísimo recuerdo de "dos maestros, Ernesto Duchini que me descubrió en un potrero de Villa Ballester y creía que iba a ser acróbata porque me vio pegarle de aire, y Carlos Peucelle que me hizo debutar en Primera".
Mas refiere a esa etapa fundamental de su formación que "la técnica se adquiere. Los talentosos también practican. El fútbol perdió la eficacia de antes porque los delanteros se van enseguida. Antes de ir al Real Madrid jugué nueve años en River y cinco en la selección", aclaró.
"Cuando fui al Real Madrid entre River y la selección llevaba 179 goles y me fui con 27 años", reseña ahora, con 67 años, piernas chuecas, gorrito, 1.62 de estatura y locuaz como siempre.
Detrás quedaron sus 12 temporadas en River en dos ciclos (1964/73 y 1975/77), sus 198 goles y sus siete temporadas como máximo "artillero" riverplatense.
"¡Y pensar que mi hermano Luis María me quería llevar a Boca!", cerró con nostalgia uno de los más extraordinarios punteros zurdos de la historia. (Télam)
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